Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Mosquero
Amanita muscaria — Agaricaceae


La imagen fué proporcionada por:

Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Sinonimia científica

Agaricus muscarius

Nombres locales

Hongo de moscas, mosquero (centro del país); hongo del rayo, hongo del trueno (Chiapas); cashimo rojo, cashimo de mosca, cashimo de pepita, kjun-deni (Edo. de México, Acambay); cauiqua terequa, terecua cahuica, terecua cavica, terecua varirapeni (Michoacán).

Descripción

Fructificaciones con sombrero de 5 a 15 cm de diámetro, convexo a plano, rojo a rojo anaranjado, cubierto irregularmente con pequeñas escamas blancas, amarillentas o amarillas. Láminas subadheridas al pie, blancas. Pie esbelto, de 10-25 cm de largo, por 1 a 2 cm de ancho, bulboso, blanco, escamoso hacia abajo, con un anillo membranoso blanco y colgante arriba, escamas blancas y concéntricas en la base (restos de la volva). Carne blanca, con olor y sabor agradables tenues (en seco huele y sabe a pan). Cuando jóvenes, las fructificaciones son en forma de huevo o globosas y blancas en su totalidad, por estar cubiertas por la volva y a medida que maduran, la volva se rompe en escamas, dejando al descubierto la superficie roja del sombrero.

Etnobotánica

En varias regiones del centro del país (hasta Zacatecas) se le emplea para matar moscas (de ahí uno de sus nombres populares y el nombre específico), poniendo pequeños fragmentos de las fructificaciones en agua azucarada o mejor en leche previa cocción y en un plato en la mesa del comedor o de la cocina. En Chiapas (región de San Cristóbal) este hongo tiene fama de ser venenoso y narcótico, a la vez que misterioso y está relacionado con el trueno y por eso los nombres de hongo del trueno o del rayo. En Acambay, Méx., se le usa como purgante, para lo cual se maceran crudos los cuerpos fructíferos y se toman con agua o leche, pero se debe tomar en poca cantidad, porque "es muy fuerte", según dicen los lugareños.

Existen numerosos datos del uso de este hongo por determinados grupos étnicos muy antiguos en Europa, Asia y América del Norte (E.U.A. y Canadá) como un hongo sagrado o narcótico que produce visiones al mismo tiempo que intoxicaciones. Los chamanes lo usan con fines adivinatorios, terapéuticos y para alcanzar estados de éxtasis. En Siberia, en la Península de Kamchatka, tribus muy primitivas lo usan con fines rituales. En Francia fue descubierta en una iglesia del siglo XIII, un fresco con la representación de una A. muscaria en el Jardín del Edén, en vez del árbol del bien, en cuyo pie del hongo está enredada una serpiente con una manzana en la boca. Al lado de dicha Amanitaestán dos personas del mismo tamaño que el hongo, las que supuestamente son Adán y Eva en posición de éxtasis, hecho que ha motivado muchas discusiones sobre el uso de A. muscaria entre los antiguos pueblos y sus relaciones con los inicios de la religión cristiana.

En la farmacopea y homeopatía A. muscaria se usaba o usa en el tratamiento de diabetes y en "sudores nocturnos". También se ha recomendado contra la epilepsia y otros trastornos nerviosos y contra glándulas inflamadas u otras inflamaciones serias. Una loción elaborada con este hongo se aplicó externa e internamente para remover gusanos intestinales y erupciones de la piel. En homeopatía todavía se usa bajo los nombres de agárico, agara o Agaricus muscarius.

Químicamente se ha determinado que este hongo tiene ácido iboténico que produce alucinaciones e ilusiones, pero también tiene muscarina, un glucósido que provoca intoxicaciones gastrointestinales con vómitos y dolores abdominales. Antes del aislamiento del ácido iboténico, hace unos 30 años, se suponía que A. muscaria tenía bufotenina, un alcaloide aislado de la piel de los sapos (Buffo horridus); sin embargo, se ha demostrado que la bufotenina no existe en dicho hongo y que la composición química de esta sustancia es muy semejante a la del ácido iboténico y de ahí la confusión, que todavía citan libros actuales.

En la zona arqueológica de Las Yácattas de Tzintzuntzan, en la región del Lago de Pátzcuaro, Michoacán, se encontró una pequeña pieza de piedra, de 35 mm de altura, que imita notablemente el botón de Amanita muscaria en una cara y a la muerte a través de una calavera en la otra, hecho que relaciona a la A. muscaria con el uso de la misma en la región, tal como lo hicieron o hacen los indios de E.U.A. y Canadá y probablemente los Mayas de Chiapas y Guatemala. La calavera representada en la pieza, indica la toxicidad de dicho hongo, que precisamente en la fase de botón es más "fuerte" que en la adulta. Es interesante observar además, que uno de los nombres populares en purépecha, caviqua terequa, significa hongo que emborracha.

Taxonómicamente, Amanita muscaria es un complejo de más de dos variedades, que se diferencian por el color de las escamas de la volva. La variedad típica tiene la volva blanca y la variedad flavivolvata la tiene amarilla. Esta última es la más común en México. Es probable que ambas variedades sean químicamente diferentes y que la típica sea más fuerte en acción narcótica que la amarilla, la cual es más toxica. Se supone, además, que los indígenas americanos usaron este hongo en sus ceremonias como herencia de sus ancestros los siberianos y en su peregrinar hacia el sur poco a poco fueron cambiándola por las especies de Psilocybe, que no son tóxicas (véase hongo de la corona de Cristo). Amanita muscaria es considerada entre los diferentes grupos étnicos de Oaxaca relacionados con Psilocybe como un hongo "muy venenoso" (1, 2, 4, 6, 10, 13, 15, 17, 20, 26, 19, 25, 26, 34, 35, 36, 38, 45, 50, 51, 57, 59, 60).

Ecología

Solitarios o en pequeños grupos en el mantillo de los bosques de pinos (Pinus), a veces formando anillos o corros de brujas o de hadas. Crece en la época de lluvias.

Herbarios

ENCB, FCME, ÍBUG, MEXU, Univ. Aut. de Mor., XAL.