En los Tuxtlas, Veracruz, individuo dominado y controlado por su mujer por medio de métodos mágicos.
Dentro del mundo de la magia amorosa de esta región, se mencionan diversos procedimientos para mantener al cónyuge bajo un estado de conducta anormal y pasiva, al grado de permitir que su mujer mantenga relaciones sexuales con otros hombres.
Para lograr tal control, la mujer da de beber a su esposo una taza de café frío al que agrega tres gotas de su sangre menstrual. Dada la peligrosidad de tal sustancia, se dice que si se depositan cuatro gotas, el marido morirá. Para contrarrestar esta hechicería, la víctima tiene que quemar una prenda íntima de su esposa dentro una olla de barro nueva; una vez reducida aquélla a cenizas, debe arrojar agua adentro de la olla e ingerir el brebaje.
Otros procedimientos consisten en la administración de sustancias vegetales, como por ejemplo el toloache (Datura stramonium), a las que se atribuyen propiedades mágicas, y cuyos efectos fisiológicos y psicológicos se explican por sus potentes propiedades tóxicas. Administradas en dosis reducidas, no producen efectos fatales, pero sí un estado que es descrito popularmente como de "atontamiento".
Con el mismo fin, también se emplean muñecos que representan a la persona a la que se quiere controlar. De esta manera, si la esposa desea causar impotencia en su esposo para evitar que mantenga relaciones sexuales extramaritales, bastará con que clave un alfiler en el pene del muñeco.
Este tipo de magia se considera "muy mala", y está asociada con el diablo (1) (V. brujería)
(1) Olavarrieta Marenco, M., 1977.