En comunidades otomies de Hidalgo se recomienda tomar el caldo de correcaminos (Geococcyx velox) contra los ataques.
Después de destazarlo y limpiarlo como si fuera una gallina, se cuece la carne sin sal ni condimento alguno. Las plumas y los huesos se queman, y el humo resultante se recoge dentro de un rebozo o cobija para dar ahumazos al enfermo (1 y 2) (V. sahumar). Informantes del mercado Sonora, del Distrito Federal, aconsejan el consumo del caldo de esta ave para tratar el reumatismo y los "ímpetus nerviosos" (3).
(1) Tranfo, L., 1974.(2) Guerrero Guerrero, R., 1983.(3) Campos, T. de M., 1979.