Concepto propio de los terapeutas espiritualistas de la península de Yucatán. Se trata de un estado de hipersensibilidad al que llega un curandero cuando es poseído por el espíritu de otro terapeuta ya fallecido, quien funge así como maestro o consejero durante la terapia que el primero realiza.
El cerebro abierto es hereditario, manifestándose naturalmente en aquellas personas que poseen el don natural de curar. Por lo tanto, el estado de cerebro abierto es condición de la técnica curativa de los médiums, utilizada por los espiritualistas, especialmente los trinitarios marianos (1) (V. espirítualismo).
(1) Grinberg-Zylberbaum, J., 1987.