Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Chincual
Del náhuatl tzin, trasero, y cualitztli, carcomer (1) o también tzintli, trasero, y cualli, bueno, sabroso, caliente (2). (DF) (3 y 4) (Dgo) (5) (Edo Mex) (6 a 10) (Hgo) (ll) (Mich) (12al4) (Mor) (4) (15 y 16) (Pue) (17). Sinónimos: rozado (Mich) (14). También chincoal (BC) (18). Lengua Indígena: Náhuatl (Pue) tzinocuilo (17).

Enfermedad propia de los lactantes, particularmente de los recién nacidos, caracterizada por la aparición de granitos de color rojo en el ano, que pueden extenderse a nalgas y piernas. Se le considera de calidad caliente (V. frio-calor).

En diversas regiones de México se cree que el consumo que hacen las mujeres embarazadas o lactantes de alimentos picantes o irritantes, da lugar a que sus hijos enfermen (3 y 4) (6 y 7) (10) (12 a 15) (17). Entre los alimentos calificados como irritantes, el chile (4) (7) (13 a 15) (17) y el café suelen ser los más comunes; la carne de puerco, la pimienta, los cacahuates y las pepitas son otros de los alimentos involucrados con frecuencia en el problema (4). Los pañales sucios, mal enjuagados o dejados a serenar toda la noche, así como la falta de su cambio oportuno, también pueden originarla (3 y 4) (7) (10). En forma aislada se refieren otras dos causas: los nahuas poblanos de Xolotla señalan como causante del chincual al padre que suele estar borracho (17), y algunos curanderos de Huixquilucan, Estado de México, lo atribuyen a una infección intestinal (10).

El niño afectado presenta una gran cantidad de "granitos", similares al salpullido, alrededor del ano; posteriormente éstos se extienden a los glúteos, piernas y, en ocasiones, a todo el cuerpo (4) (7). Generalmente va acompañado de comezón, llanto e inquietud (7); la respiración se torna difícil y ruidosa (6) (12), y las evacuaciones son diarreicas de color verde (12). Al evolucionar la enfermedad, el ano se "carcome" (16) y adquiere un color rojo intenso (17); en ocasiones hay presencia de pus que forma costras, así como ardor al orinar (3).

En Tepepan, Distrito Federal, y en Caltzontzin, Michoacán, se afirma que las "ronchitas" también se hallan en los intestinos (6) (14); en esta última localidad se agrega que la piel se pone "arrugada".

En Morelos se describen tres fases del chincual: en la primera, hay evacuaciones diarreicas frecuentes con escasa materia fecal, en la que aparece leche cortada y líquido amarillo; en la segunda, se advierten pequeños granos rojos alrededor del ano; y en la tercera, los granos se extienden a las nalgas, y el ano se pudre (15).

El tratamiento consiste en baños, y se complementa con la ingesta de infusiones de diversas especies vegetales. En el Distrito Federal y en Morelos, cuando la enfermedad es moderada, se le da diariamente al niño un baño de asiento con agua de lechuga (?) o de rosa de Castilla (?), y se le aplica en las lesiones almidón o una clara de huevo cocido (4); también se aconseja lavar éstas con la infusión de malva (Malva sp.) o muicle (Jacobinia spicigera), o bien de árnica (Heterotheca inuloides), paralelamente, se da de beber un té de manzanilla (Matricaria chamomilla o M. recutita) o de epazote (Teloxys ambrosioides) (15); en Hueyapan se aplica un supositorio de jabón blanco o se coloca epazote en el ano (16). En Durango también se baña al niño utilizando un jabón hecho con amole (Agave sp.) o con chicalote (Argemone mexicana) (5). En Tepepan se administran por vía oral gotas de té de hierba mora (Solanum nigrum) con pata de león (Geranium mexicanum), posteriormente, se baña al enfermo con el agua de estas mismas especies y con sus hojas se le da una limpia (6). Entre los otomíes de Huixquilucan, Estado de México, se recomienda aplicar una pomada hecha con cualquier planta de calidad fresca y grasa de res, y, transcurrido un día, dar un baño de asiento con hierba mora y limpiar el ano con una rama de jara (Baccharis glutinosa) cubierta con manteca (10). Por último, en Baja California Norte se aplican en la zona afectada toques con aceite de comer o con maicena y tomate asado (Lycopersicum esculentum) (18).

Resulta difícil determinar la edad a la que el chincual puede aparecer, pues hay niños que antes de cumplir una semana de edad ya lo sufren y otros llegan a padecerlo varios meses después (4). Los purépechasde Tepalcatepec, Michoacán, consideran que llega a ser tan grave que puede conducir a la muerte (12).

Desde el punto de vista de la medicina académica, Viesca encuentra una clara correspondencia entre el chincual y la dermatitis causada por el contacto prolongado con el pañal húmedo de orina o con heces fecales (19) (V. rozadura). Sin embargo, al analizar detenidamente la información, es posible que se esté ante un cuadro diarreico originado por una intolerancia a carbohidratos, dada la sintomatología que ésta presenta: evacuaciones explosivas, líquidas, ácidas y que ocasionan eritema en la zona del pañal (20). Los otros síntomas que acompañan al chincual son el reflejo de complicaciones que puede alcanzar este cuadro diarreico, como la impetiginización del eritema y, principalmente, la deshidratación en sus diferentes estadios (20).

Es menester señalar que el diagnóstico de intolerancia a carbohidratos sólo se realiza por medio de complicados estudios que se practican en hospitales de alta especialización y en laboratorios de investigación, por lo cual, se toma como diagnóstico probable la determinación de Ph y la búsqueda de azúcares en heces por medio de cintas reactivas. En caso de corroborarse dicha intolerancia, está indicado suspender la dieta con leche humana o de vaca y sustituirla con leche de soya (20).

Con todo lo anteriormente asentado, y dada la gravedad que el chincual puede alcanzar, es indudable que representa una de las enfermedades populares en espera de ser investigada más profundamente a partir del laboratorio y de la clínica médica.

Índice de Autores

(1) Santamaría, F. J., 1983.

(2) Cabrera, L., 1988.

(3) Palacios de Westendarp, P., 1986.

(4) Vega-Franco, L. et al., 1979.

(5) González Elizondo, M., 1984.

(6) Madsen, C., 1965.

(7) Gómez López, J. M., 1990.

(8) Esquivel Romero, A. E., 1989.

(9) Ryesky, 1976b.

(10) Ryesky, D., 1976a.

(11) Guerrero Guerrero, R., 1983.

(12) Aguirre Beltrán, G., 1952.

(13) Sassoon Lombardo, Y., 1979.

(14) Rangel, R., 1982.

(15) Mellado Campos, V. et al., 1989.

(16) Álvarez Heydenreich, L., 1976.

(17) Castro Ramírez, A. E., 1988b.

(18) Javis S., M., 1985.

(19) Viesca Treviño, C., 1987.

(20) Delgado Ramírez, J., 1986.

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