Expresión común en las comunidades rurales de Morelos usada para referirse a un parto anormal en el que se presenta placenta previa, originando una hemorragia abundante, razón por la que se dice que la sangre es el cuate del niño.
Cuando esto sucede, las parteras locales prefieren poner a la mujer en manos del servicio médico institucional, pero en caso de no ser posible, tratan de apresurar el parto para evitar una mayor pérdida de sangre (1).
(1) Mellado Campos, V. et al., 1989.