Alma o soplo vital alojado en el cráneo. Niwetúkame, la diosa madre, es quien lo instala en el rudimento humano. Alienta al sujeto, le da conciencia y las facultades del raciocinio y del habla. Puede desprenderse de la carne por algún tiempo sin precipitar la muerte; sin embargo, esta separación ocasiona un trance morboso (2).
Cupuri, en su sentido literal, se refiere a los cabellos finos de la cabeza de los infantes, o a los que hay en el centro del cactus inerme del peyote (1 y 2). // Fontanela anterior (1).
(1) Anguiano. M. et al., 1978.(2) Vázquez Castellanos, J. L., 1987.