Entre los mazatecos oaxaqueños de Nuevo Paso Nacional, susto provocado por la deidad Chacún Nandá, quien se apodera del alma del que cae al río y la hace su esclava (V. Chikón Nangui).
El mal es reconocido porque el enfermo "se pone chipujo" o pálido, "le da por comer tierra o ceniza", y pierde el apetito y la voluntad para trabajar (1).
(1) Incháustegui, C., 1977.