Entre algunos grupos mayenses de Chiapas, calificativo que se da al feto que se dice tiene la capacidad de huir y regresar al seno materno por propia voluntad, o bien alojarse en otro vientre.
Algunos informantes opinan que esto ocurre cuando el alma del feto solicita la intervención de los monos, a los que atribuyen todo malogro en el desarrollo de un embarazo (1) (V. embarazo falso). De esta forma es como se explican el nacimiento de un sietemesino, diciendo que al ser robado por la mona o el mono, el feto se fue a otro útero, por lo que "estuvo dos meses en una matriz y se cambió a otra" (2).
El niño huyón será sujeto a una constante vigilancia durante sus primeros años, ya que seguirá con la tendencia a escapar, poniendo en peligro su vida. Asimismo, el niño cuyo feto era huyón augura un individuo inquieto, quizá el futuro rezador, curandero o servidor de sus compañeros. De igual manera, cuando una criatura nace muerta, se atribuye a que portaba un alma demasiado inquieta (1).
(1) Guiteras Holmes, C., 1961.(2) Leiter Ferrari, W., 1987.