En Hueyapan, Morelos, curandero nahua que se dedica a atender el espanto, mediante un ritual simbólico en el que llama y reintegra al enfermo su sombra o alma perdida (1) (V. pérdida del alma).
Este especialista tiene su homólogo entre los médicos tradicionales de otros lugares y grupos étnicos. Así, para los tzotziles y tzeltales, es el tzunbil (2); entre los huaves está representado por el neaxomüy (3), y en la comunidad nahua de Chignautla, Puebla, este papel lo cumple el tetonalmakaní, "el que restituye el tonalli a la gente" (4).
Dicho oficio y denominación encuentra sus raíces en el curandero nahua prehispánico tetonaltiqui o tetonallaliqui, que también significa "el que da el tonalli a la gente", "el que asienta el tonalli a la gente" (5), y cuyos métodos no distan mucho de los observados en los curanderos actuales, que incluyen este tipo de atención dentro de sus quehaceres terapéuticos (V. susto y levantar la sombra)
(1) Álvarez Heydenreich, L., 1987.(2) Saldova, M. de, 1962.(3) Signorini, I., et al., 1979.(4) Ramos Hipólito, E., 1988.(5) López Austin, A., 1967.