Otomí. En el poblado hidalguense de Tenango de Doria, existe la creencia referente a un hombre que se transforma en ave durante la noche para atormentar a los niños. Se dice que el pux´jwai chupa poco a poco la sangre de la víctima hasta matarla, o bien la secuestra y la lleva a una cueva, donde le sustrae el alma (1) (V. nagual, susto y vampiro).
(1) Dow, J., 1974.