Designación popular para las uñas enterradas o infectadas (1).
En los Altos de Chiapas recomiendan sumergir el dedo afectado, tres veces, en el agua con cal donde hirvió el maíz, lo más caliente que se soporte. Si aparece pus, se coloca un parche elaborado con cascara de plátano guineo morado (Musa sp.) y sebo frito caliente; se asegura que en el lapso de veinte horas el uñero se revienta y el dedo sana (2). En Tabasco aconsejan aplicar el jugo de las hojas soasadas de la mayorga (?) y envolver con ellas el dedo (1).
En la medicina académica, a las uñas enterradas o infectadas se les denomina paroniquia, y requieren de tratamiento quirúrgico (exéresis) y uso de antibióticos.
(1) Garcés Medina, A. R., 1989.(2) Moscoso Pastrana, R, 1981.