En Santa Ana Tlacotenco, Distrito Federal, víbora venenosa. Es colorada o parda y generalmente muerde en las extremidades, provocando hinchazón y calentura. Este animal ataca a quienes están descuidados o como castigo enviado por un santo a las personas que han infringido las normas religiosas.
En la comunidad mencionada acostumbran lavar la herida con agua tibia, punzando con una aguja para extraer el veneno y aplicando seguidamente una cataplasma. Se puede repetir la curación seis veces (1). (V. mordedura de víbora).
(1) Palacios de Westendarp, P., 1986.(2) Castillo, L., 1993.