Llagas

Las llagas son una causa de demanda de atención que se caracteriza por ser el resultado de una afección de la piel, como granos o una herida, que se ha complicado por no ser atendida adecuadamente. Cuando este tipo de dolencia cutánea se infecta, generalmente por falta de higiene, se forman las llagas. En un comienzo el enfermo siente comezón en las áreas lastimadas, las cuales sangran cuando se rasca, agravando el daño. Cuando la llaga se encuentra en un pie, "se les nota un hoyo grande donde se encuentra la llaga", el pie se hincha y duele mucho.

Las llagas se tratan de la siguiente manera. Primero, el terapeuta lava la zona afectada con agua de árnica; enseguida coloca, en el "hoyo" de la herida, un compuesto que prepara mezclando cenizas de hueso de mamey y rama de san pedro, quemadas (V. hierba chica y hierba del cáncer). La finalidad de esta terapia es la de deshinchar la región dañada y evitar que la "llaga camine por el cuerpo", esto es, que infecte otras áreas. Después, para concluir el tratamiento, coloca sobre la llaga un "emplasto de lodo", que prepara con tierra de una" milpa trabajada", obtenida a una profundidad de medio metro; se saca "la tierra más finita", antes de salir el sol. Este iodo se coloca unas dos veces al día, hasta que se seque la llaga.

Los informantes refieren que si una llaga no es atendida a tiempo, la zona afectada "se empieza a gangrenar" y el enfermo corre el riesgo de perder el miembro dañado, ya que en ese estado debe recurrir a un hospital para que lo "mochen" (amputen). Aunque los terapeutas afirman no saber cómo prevenir la formación de llagas, recomiendan "mucha higiene", y atenderse oportunamente los granos y las heridas. Este padecimiento se presenta en toda la población en cualquier época del año.