Constituye una causa de demanda de atención importante de la población yaqui, entre otras razones porque "se trata de una enfermedad que no se cura con medicamentos" y que puede ocasionar la muerte del sujeto que la padece. Es una dolencia causada deliberadamente por una persona que envidia intensamente a otra, la cual se ve afectada por este sentimiento negativo (V. brujería). El mal entra en el sujeto y genera la enfermedad, por lo que los tratamientos empleados para curarla tienen el propósito de sacarlo del cuerpo; con este fin, se practica algún procedimiento de eficacia simbólica, como la limpia.
Los síntomas del enfermo afectado de "hechizo" son de distinto orden: "tiene problemas todo el tiempo, no le alcanza el dinero que gana, se siente enfermo, tiene malestares y dolores en el cuerpo, (anda) sin ganas de hacer nada, y no puede encontrar trabajo". Generalmente, cuando el terapeuta ve "una gente, luego sabe que está hechizado y que se trata de un paciente que necesita una limpia", ya que este procedimiento -la limpia- permite curar la enfermedad. En muchos casos, el paciente recurre al médico tradicional para solicitarle que le practique una "limpia", si tiene sospechas de que se encuentra bajo el influjo de un hechizo.
La limpia se ejecuta de la siguiente manera: el terapeuta coloca al paciente frente al altar donde tiene las imágenes de la virgen de Guadalupe, de Jesucristo, y de la virgen del Carmen -sus santos patronos-; enseguida, con los brazos abiertos, el terapeuta comienza a recitar oraciones como el padrenuestro, el avemaría y los diez mandamientos, así como las "doce palabras torneadas" -conjuro secreto que el informante no revela-. A continuación, mientras sigue orando, "golpea todo el cuerpo del paciente, desde la cabeza a los pies", con un manojo de ramas de piocha y de albahaca. Para que salga completamente la enfermedad, la terapia debe realizarse una vez por día, por espacio de dos o tres días. El paciente asume que ya está sano si, pasado un corto tiempo, logra "resolver sus problemas y su suerte mejora".
Los informantes recomiendan al enfermo "no comer alimentos o cosas frescas en los días de tratamiento.
Para evitar "las envidias", los terapeutas aconsejan "cargar un amuleto que se hace colocando en una bolsita de color rojo piedras de imán, semillas de frijol y de maíz". Los informantes consultados señalan que la envidia "la puede tener y dar" cualquier persona y en cualquier tiempo, y muchas veces se convierte en una enfermedad mortal si no se cura oportunamente.
Por lo general, se trata de un padecimiento bastante común entre los grupos indígenas de la república. Los terapeutas yaquis reciben semanalmente entre dos y tres pacientes afectados de hechizo.