La imagen fué proporcionada por: José Rangel Sánchez Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Fototeca Nacho López |
Carlosanto
Hierba de uno a 2.5m de altura. Las hojas parece que están rasgadas y son espinudas. Las flores son de color rosado o púrpura pálido y parecen penachos. Los frutos son pequeños y de color café.
Originaria de México. Habita en climas cálido, semicálido y templado entre los 200 y los 3900msnm. Crece a orillas de caminos, asociada a vegetación perturbada de bosques tropicales caducifolio, subcaducifolio, subperennifolio y perennifolio, bosques en encino, de pino y mixto de pino-encino.
Es empleada contra el mal de orín en el Estado de México y en Puebla; para ello se preparar una infusión con las flores y se bebe caliente; lo mismo se hace para bajar la calentura. También se reporta para tratar la diabetes, y si se sufre de dolor de costado, se administra una infusión hecha con las hojas del cardo santo. Toda la planta suele usarse como laxante. Los mixes, zacatecas y totonacos la utilizan para la cura del susto.
En el Códice Florentino del siglo XVI, no se indica su uso medicinal; sólo es reportada como comestible.
En el siglo XVII, Gregorio López comenta "al ser bebido deposila todos los miembros interiores, provoca orina, deshace piedras, sana llagas de pulmones, es contra veneno y pestilencia, graves dolores, vahídos de cabeza y restituye la memoria pérdida. Comido crudo o cocido sana dolor de cabeza, de oídos, dientes, jaqueca, mal de boca, conforta encías, bebido su cocimiento es contra mordedura ponzoñosa y venenos: establece cerebro y es contra lamparones. Untando con el zumo los ojos encarnizados y con cataratas y que ven poco les aprovecha; bebida es remedio a mal de pecho, garganta, romadizo, flemas, alegra corazón, sana hígado y bazo, de gana de comer, gasta mala sangre, malos humores y engendra los buenos. Molido el tallo de arcachofa y puesto sana llagas, bebido su cocimiento caliente sana dolor de cuerpo, costado y calenturas. El zumo bebido aprovecha a riñones, carbuncos y gota coral. La simiente molida y bebida sana muchas enfermedades interiores."
A inicios del siglo XVIII, Juan de Esteyneffer la señala útil para lavar llagas cancerosas, en "sudorífero", para tratar los tabardillos o calenturas pestilenciales.
En el siglo XX, Maximino Martínez le reporta eficaz contra las enfermedades del sistema respiratorio.
Los usos que se le dan al cardo santo, Cirsium mexicanum, hoy en día, ("mal de orín", "calentura" y "dolor de costado"), son aplicaciones que se refieren desde el siglo XVII. Desafortunadamente no se han realizado estudios farmacológicos que comprueben su efectividad.
IMSSM, IZTA, MEXU, XOLO.
Botánica. Espinosa J. 1985; Esquivel E. 1989; Estrada J. 1984; González J. 1981; Hernández J. 1988; Sentíes A. 1984; Velázquez F. 1990.
Ecología. Espinosa J. 1985; Esquivel E. 1989; González J. 1981; Instituto de Ecología 1991; Index Kewensis; Velázquez F. 1990; Ejemplares consultados: González M. y cols.; Hernández R.; Martínez B. (MEXU).
Etnobotánica. Espinosa, J. 1985; Esquivel, E. 1989; Estrada, J. 1984; González J. 1981; Hernández J. 1988; Sentíes A. 1984; Velázquez F. 1990.
Antropología. Zolla C. 1988.
Historia. Esteyneffer, J. De 1978 (1712); Estrada, E. 1989 (Códice Florentino. 1548-1582); López, G. 1982 (1672); Martínez, M. 196. (1934).