La imagen fué proporcionada por: Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana |
Rhamnus humboldtiana Schultes, Karwinskia glandulosa Zucc, Karwinskia affinis Schlechtendal.
Cacachila, capulincillo, cerezo, guayabillo, diente de molino, montón de indio, palo de frutillo; Oaxaca: tzon sno jnde; San Luis Potosí: itzil-te´ (tenek).
Arbusto de 1 a 3m de altura. Las hojas son alargadas, miden de 4 a 8cm de largo están rígidas y se ven paradas. Las flores son blanco-verdosas y pequeñas. Los frutos son globosos, lisos y brillantes, cuando maduros, son de color rojo. Las semillas tienen forma de lenteja.
Originaria de América boreal y occidental. Habita en climas cálido, semicálido y templado desde el nivel del mar hasta los 200m. Planta silvestre, asociada a bosques tropical caducifolio, subcaducifolio, subperennifolio y perennifolio; matorral xerófilo, bosques espinoso, mesófilo de montaña de encino y de pino.
El principal uso medicinal que se hace de la tullidora, es para curar heridas; con tal motivo se aplica la savia en la parte afectada (Oaxaca), o bien se lavan las heridas infectadas con la infusión de las hojas y la raíz (Baja California Sur, Estado de México y Sonora). Sin embargo, para tratar la disentería amibiana, las hojas de este arbusto se muelen y se bebe su extracto previamente colado. Asimismo, se emplean las hojas preparadas en cocimiento, acompañadas de borraja (Barago sp) y sauco (Sambucus mexicana), dando con esto, baños para bajar la temperatura (V. calentura). También se le utiliza para tratar problemas del aparato digestivo como disentería (en general) y cálculos biliares; y contra el dolor de cabeza, reumatismo, convulsiones, paludismo y tétanos. Se le atribuyen propiedades abortivas.
En el siglo XVI, Francisco Hernández comenta: "los indios tienen esta hierba en gran estimación, pues creen vivir incólumes de todas las enfermedades, gracias a la abundancia de la misma. La corteza de la raíz hecha polvo y tomada en dosis de dos dracmas con agua, laxa el vientre suavemente y sin ningún daño".
Más información aparece hasta el siglo XX, cuando Maximino Martínez la registra como anticonvulsivo, antiséptico, e indica que produce parálisis.
El fruto de K. humboldtiana contiene dos compuestos quinoideos derivados metil-hidroxilados de la antracenediona y dos derivados de antracenona, el ácido crisofánico, 7-metoxi-elenterín, un derivado hidroxi-dimetoxi-dimetilado de la nafto -piran-5-10-diona, toxina T-496, 514, 516, y 544. y el triterpeno beta-amirina. En la raíz se han identificado los componentes quinoideos elentergonzalona, humboldtdiana A y B y karwinskiona; los flavonoides baicaleín y quercetín y los heterociclos de oxigeno karwinaftol A y B.
Estudios para detectar la actividad antitumorígena de un extracto acuoso de hojas y tallos por vía intraperitoneal en ratones a los que se indujeron carcinoma 755, leucemia L1210 y sarcoma 180, a la dosis de 450mg/kg indicaron ausencia de actividad.
El extracto etanólico obtenido de las ramas tiene un efecto antibiótico contra Staphylococcus aureus y Bacillus subtilis.
Se ha comprobado que la toxicidad de esta planta radica en productos liposolubles, de estructura química policíclica derivados de la antracenediona.
En varios estudios independientes se pone de manifiesto la acción neurotóxica del fruto, aplicada por vía oral en ratón, a la dosis de 1.5g/kg, en rata a la dosis de 1g/animal; y en gato, a la dosis de 5g/animal. En los dos últimos animales se administró una dosis única del endocarpio del fruto. En ambos casos los síntomas de intoxicación aparecieron en los días 6 a 8 después de la administración del fruto. Se observó parálisis flácida de las patas delanteras, extendiéndose rápido a las patas traseras.
Es tóxica para caballos, vacas, cabras, borregos y niños. Las hojas son algunas veces venenosas, pero las semillas son las que constituyen mayor peligro; es suficiente que los borregos ingieran el 2% del peso de su cuerpo para ser envenenados; las vacas parecen menos sensibles que los borregos a la toxicidad de las semillas, pero más susceptibles en relación a su peso a la toxicidad de las hojas. La parálisis en las patas suele presentarse en los borregos, vacas y cabras cuando han comido semillas; las hojas no llegan a producir parálisis pero sí un estado crónico de depresión, debilidad y la muerte; encontrándose pequeñas hemorragias en la capa adventicia del intestino, estómago y el corazón; probablemente la inflamación de las glándulas linfáticas sea una de las reacciones más características.
Se describen en la literatura varios reportes de intoxicación accidental en el hombre, al ingerir el fruto. Después de 2 a 3 semanas de ingestión se observa parálisis flácida, parálisis bulbar, y finalmente la muerte. Los individuos intoxicados pueden recuperarse completamente si la cantidad ingerida es pequeña.
En 1982, se registró un brote de intoxicación en 21 niños por la ingestión de los frutos de esta planta en tres comunidades nahuas de la región de Huitzuco, Guerrero. Los niños habían sido vacunados previamente contra poliomielitis y presentaron una polirradiculoneuritis. La enfermedad fue febril, con dolores artríticos en rodillas y tobillos, estenia, fatiga e incoordinación de las extremidades inferiores. Quince a 25 días después se presentó la parálisis flácida bilateral acompañada de dolor e inflamación en los ojos y conjuntivitis con secreción serosa. En los casos graves hubo invalidez casi total y los niños presentaron un aspecto aletargado. Tres niños murieron debido a insuficiencia cardiorrespiratoria con bronconeumonía terminal.
Otro caso similar es el de una paciente de 29 años con embarazo de 26 semanas y con el antecedente de haber ingerido el fruto de esta planta, falleció con un cuadro clínico de una neuropatía similar a la poliomielitis y polirradiculoneuritis.
En 1918 Castillo Nájera informó de 106 casos de soldados intoxicados por la ingestión del fruto de la tullidora, de los cuales 10 murieron, y estableció el cuadro del envenenamiento, dividiéndolo en dos fases: aguda (cuando aparecen los síntomas alrededor de las 48 hrs., después de la ingestión del fruto) y crónica (que aparece cuando ceden los síntomas del envenenamiento agudo).
Karwinskia humboldtiana es una planta originaria de América, de uso muy antiguo. La única aplicación terapéutica que se describe en el siglo XVI, no coincide con los usos actuales y ninguno de éstos se ha comprobado experimentalmente. Es importante remarcar la acción neurotóxica que ejerce el fruto, por lo que se recomienda tener mucha precaución.
CIESASO, ENCB, MEXU, UAS, XAL.
Botánica. García I. 1984, 1983, Instituto de Ecología 1991; López R. e Hinojosa A. 1988; Ordorica E. 1990; Soto J. 1987.
Ecología. Fernández M. y Gutiérrez M. A. 1990; García I. 1983; Index Kewensis; López R. e Hinojosa A. 1988; Ordorica E. 1990, Soto J 198H Tapia F. 1985.
Etnobotánica. García I: 1983, 1984; Instituto de Ecología 1991; López R. e Hinojosa A. 1988; Ordorica E. 1990; Soto J. 1987: Tapia F. 19S5.
Historia. Hernández, F. 1959 (1571-1576); Martínez, M. 1969 (1934)
Química. Domínguez X. A. y cols. 1976; Herz y Kumar 1980; Dreyer L y cols. 1975; Guerrero M. y cols. 1987; Mistcher L. A y cols. 1985.
Farmacología. Abbott B. J. y cols. 1966; Bustamante J. y cols. 1973; Encarnación R. y Keer S. 1991.
Principios activos. Dreyer L. y cols. 1975.
Toxicidad. Aguilera B. 1945; Bermudez M. V. y cols. 1986; Bustamante 1 J. y cols.1978; Calderón R. y Rizzi H. 1967; Carrada T y cols. 1983; Castillo R. 1920; Colín L. 1981; Dreyer L. y cols. 1975; Gómez A 1966; Izquierdo A. E. y Nieto D. 1965; Waskman N. y cols. 1989