En pueblos aledaños al Distrito Federal, se considera eficaz ingerir la carne del ajolote (larva neoténica de Ambystoma) para el tratamiento de pacientes con padecimientos de las vías respiratorias, en especial para los héticos o tuberculosos (1 a 3).

Las mismas propiedades se atribuyen a los llamados ajolotes sordos -carentes de branquias exteriores- y pertenecientes a la especie Rhyacosideron altamirani; se recomienda despojarlos de su piel antes de prepararlos, ya que ésta es "trementinosa" (1). En comunidades nahuas del Distrito Federal, se atribuyen a la carne hervida de este animal propiedades medicinales para tratar la enfermedad conocida como pale o nexintle (4).

Índice de Autores

(1) Barajas Casso-López, E., 1951.

(2) Campos, T. de M., 1979.

(3) Ruiz Salazar, C. L., 1989.

(4) Palacios de Westendarp, R. 1986.

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