Mochó. Animal que comparte el destino de un ser humano. Toda persona tiene una relación especial con algún animal: si éste enferma o muere, lo mismo le sucede a su contraparte humana.
Los mochos clasifican los posibles animales compañeros en dos grupos: aquellos que pertenecen a las personas que no están marcadas para desempeñar una función o destino particular, y los que comparten sus destinos con hombres que poseen poderes especiales, como son los curanderos y los brujos. Se mencionan a la hormiga, el jabalí, el ratón, la gallina, el guajolote, el zorrillo y la lagartija como pertenecientes al primer grupo, y al tecolote y al león americano como representativos del segundo. Frecuentemente, el término cet winaq se traduce como nagual (1) (V. tona).
(1) García-Ruiz, J. F., 1987.