Ceremonia de iniciación que realiza el granicero en Morelos, para conectar al aspirante con las entidades guías protectoras, que ejercerán control sobre su desarrollo como curandero.
Durante el ritual, el granicero coloca una ofrenda con pan, chocolate, puros, alcohol, tequila, galletas, mole y otros artículos, que sirven para complacer u ofrendar a los trabajadores del tiempo. Éste solicita al candidato una determinada cantidad de vela, las cuales son encendidas durante la ceremonia; dependiendo del tamaño de la flama, su coloración y movimientos, el granicero determina el grado de aceptación y nivel espiritual que le corresponde. Si una o varias velas se apagan espontáneamente, es mala señal; significa que no existe una conexión entre el candidato y los miembros del mundo espiritual (1).
(1) Grinberg-Zylberbaum, J., 1987.