Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Granicero

Sinónimo(s): aurero, trabajador del tiempo, temporaleño (Edo Mex) (1); espantanublados (Mor) (2); aguador, pedidor de agua, temporalista (Mor) (3); servidor del tiempo (4) tiempero (Mor y Tlax) (5). Lengua Indígena: Náhuatl tlamasque (6); quiapequi, el que hace la lluvia; teotlazqui, el que arroja el granizo (1), el que rechaza el granizo (7); ahuaquetes (Mor) (8), claclasqui(3), kiohtlaskeh (9), tezitlazcs y quiatlacs (Mor y Tlax) (5).

Personaje de gran importancia en la agricultura, cuya principal función consiste en controlar fenómenos meteorológicos. Se le reconocen, además, facultades de curandero y adivino.

Es claro que el término granicero y sus sinónimos aluden a su función como controlador de tempestades, granizadas y lluvias. Su distribución se restringe a comunidades de la sierra Nevada del Estado de México y zonas aledañas de Morelos, así como a la región nahua poblano-tlaxcalteca.

Una de las características distintivas de estos especialistas es su iniciación y aprendizaje. Son señalados y elegidos como intermediarios entre el reino del cielo o de Dios y los hombres, al ser "tocados por un rayo", directa o indirectamente (1) (3) (6) (8 a 10). En Morelos cuentan con un gran prestigio los rayados, que son aquellos que fueron tocados por un rayo femenino que los mata y un segundo rayo masculino que los resucita. De menor prestigio son los cuarteados, quienes por la fuerza indirecta de un rayo quedan inconscientes e inician un viaje espiritual en donde los señores del temporal les indican que han sido elegidos para trabajar en sus dominios (3). Aunque la principal prueba durante la iniciación es la de haber sido marcado por la acción divina de un rayo, las pruebas varían de un individuo a otro. Otros se inician a través de sueños revelatorios o son elegidos por enfermedad; esto es, padecen alguna enfermedad que cede al tiempo en que ellos aceptan su misión como graniceros (3) (6) (8). Si no cumplen con el cargo que les fue entregado, están sujetos a sufrir desgracias, padecimientos, múltiples descargas de rayos, o a marchar al morir al reino de los cielos a atender enfermos en forma de espíritu (1) (3) (8). Cualquiera que sea su iniciación, los marcados serán asistidos por otros graniceros quienes están organizados en agrupaciones o corporaciones (3) (6), y culminarán su destino como graniceros en una ceremonia llamada presentación o coronación, o bien, en otra en la que se ingerirán psicotrópicos con el fin de inducir el sueño en el que reciben el "don" (1) (3) (8).

Esta actividad no es exclusiva de los hombres, ya que si la marcada es mujer, además de cubrir sus funciones de granicera, está comprometida a desempeñarse como partera o curandera (1).

En relación con su actividad terapéutica, se ha observado que recurren a la limpia como el principal procedimiento diagnóstico y curativo (1 a 4) (6) (8 y 9). Otros procedimientos de diagnóstico son llevados a cabo a través de revelaciones durante los sueños o estados alterados por ingesta de alucinógenos, o bien tomando el pulso. Los graniceros son ocasionalmente consultados para adivinar el futuro o reconstruir el pasado. Esta actividad se realiza en forma clandestina, ya que suelen ser acusados de hechiceros (1) (3) (8).

Debido a su relación con los fenómenos meteorológicos, los graniceros son frecuentemente consultados para atender padecimientos específicos relacionados, como los aires de granizo, aires de viento, aires de arroyo y aires de rayo, en donde las limpias, los rezos, cantos y ofrendas dedicados a dichos fenómenos naturales, constituyen componentes importantes en su terapia (3) (10). (V. aire y mal aire).

Cabe hacer notar que, de acuerdo con diversas fuentes históricas, su origen data de tiempos precortesianos. Bernardino de Sahagún, habla de los teziuhtlazque, "casi estorbadores de granizo", y de la Serna, de los espantanublados o graniceros, ambos refiriéndose únicamente a su función como controladores del tiempo (7) (11 y 12). Dentro de las cuarenta clases de magos del mundo náhuatl, López Austin incluye a los dominadores de los meteoros, y entre ellos menciona a "el que arroja los vientos y las nubes", cuyo nombre en lengua náhuatl no precisa; se refiere a éste no como un protector de la agricultura sino de la salud de los niños: "... ya que se atribuían algunas de sus enfermedades a los vientos y las nubes. El procedimiento era similar al del que ahuyentaba las nubes de granizo" (13:100).

Índice de Autores

(1) Bonfil Batalla, G., 1968.

(2) Loera, M., 1987.

(3) Paulo, A., 1989.

(4) Grinberg Zylberbaum, J., 1987.

(5) Nutini, H. et al., 1974.

(6) Cook de Leonard, C., 1966.

(7) Christensen, B., 1962.

(8) Grinberg Zylberbaum, J., 1988.

(9) Baytelman, B., 1986.

(10) Álvarez Heydenreich, L., 1987.

(11) Toribio Medina, J., 1951.

(12) Carrasco Pizana, P., 1945.

(13) López Austin, A., 1967.

SM