Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Huevo

El huevo de gallina es usado por los curanderos como instrumento de diagnóstico, y para curar ciertas enfermedades, asociadas por lo común con circunstancias mágicas.

Se usa particularmente en las limpias, y sirve después al curandero para diagnosticar la causa de la enfermedad y el tratamiento a seguir, así como el destino de la vida del paciente, es decir, si morirá o estará a salvo. Por ejemplo, los curanderos yaquis de Sonora lo utilizan para limpiar a las personas poseídas y convulsionadas. Se inicia la curación limpiando primero al paciente con plantas como ruda (Ruta spp.), albahaca (Ocimum spp.) y paraíso (?), y posteriormente con un huevo que pasan por todo el cuerpo mientras oran "en el nombre del Padre", dándole de beber un vaso de agua bendita. En seguida rompen el huevo y lo vierten en un vaso de agua para ver si contiene algún animal; si el agua se pone turbia y le salen burbujas de la yema "como alfilerillos", significa que al paciente le tienen envidia, y recuperará su salud cuando el agua deje de estar turbia. En Morelos, se detectan con el huevo diferentes enfermedades, considerando la variedad de figuras y colores que éste toma durante el diagnóstico. Así, cuando las dolencias son causadas por calor, la clara se torna amarilla, y blanca cuando son por frío; los pasmos aparecen como algodón blanco en su parte superior y amarillos en su parte inferior (1). En Chimalhuacan, Morelos, las enfermedades se diagnostican de la misma forma, pasando un huevo de gallina o de pava sobre el cuerpo del enfermo, "haciendo cruces y rezando padres nuestros al derecho y la revés". Posteriormente, el huevo se rompe en un vaso con agua y se analizan los cambios que sufre; así cuando se trata de mal de ojo, "se ven los ojitos", y cuando el mal es por aire, se forma un remolino lleno de burbujas (2). Los habitantes de Huixquilucan, Estado de México, lo utilizan para diagnosticar la posibilidad de que el enfermo se recupere de la enfermedad denominada "venganza" o "maldad", "leyendo" los cambios que sufre al romperse en un vaso de agua. Además, constituye un material importante en las curaciones. El curandero quema hierbas sobre las brasas, y pasa el huevo por el humo resultante, para que absorba el mal aire que está dentro del enfermo; luego lo quema para que el aire no haga daño a otras personas (3). En comunidades cercanas al Distrito Federal es utilizado para limpiar de ciertos males como aire, arco iris, ojo, etcétera, o bien para frotar la cabeza cuando está dolorida (4).

Índice de Autores

(1) Zurrosa Ceballos, O., 1985.

(2) Campos, T. de M, 1979.

(3) Ryesky, D., 1976b.

(4) Palacios de Westendarp, P., 1986.

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