Totonacos, eso que hace vivir y crecer el cuerpo.
Soplo espiritual alojado en la cabeza.
Gobierna la conciencia y las facultades del raciocinio. Puede desprenderse de la carne, pero sólo durante el sueño. Las sustracciones anímicas provocadas por vientos, brujería y los arco iris -es decir, aquéllas desencadenantes del síndrome llamado susto-, afectan a otra alma llamada li-stákna (1).
(1) Ichon, A., 1973.