Las causas de mortalidad
Las causas de muerte, al igual que el origen de las distintas afecciones, dependen de la voluntad de los diferentes dioses. Estas causas también participan de un vasto código simbólico que continuamente determina tanto las características de la enfermedad como las de la muerte. Del mismo modo que en los padecimientos, para los dioses los sueños constituyen el medio indicado para comunicar a los hombres los designios divinos. Entre los sueños cuyo contenido es para los lacandones una señal de muerte, se encuentran: soñar que se monta a caballo, o bien que se sube a un automóvil o a un avión. En estos dos últimos casos, la asociación surge debido a la forma similar de estos trasportes y un ataúd -aunque por cierto, los lacandones no acostumbran enterrar a sus muertos en estos féretros, sino que lo envuelven en su propia hamaca-. De la misma manera, soñar con truenos, con animales como la tortuga, o con astros como el Sol o la Luna, también es presagio de muerte; en el último caso, la presencia del Sol o de la Luna en un sueño, indica el fallecimiento de un miembro de la familia de sexo masculino o femenino, respectivamente.
Dentro de otro tipo de señales funestas se encuentra el canto de ciertas aves. Entre éstas, los lacandones temen en particular a una llamada popularmente ä k´ in, término que se puede traducir como "adivino". De igual modo, el canto de un pájaro denominado kuh, palabra que literalmente significa dios, es interpretado por quien lo escucha como un vaticinio sombrío.
La muerte muchas veces puede ocurrir como consecuencia de acontecimientos violentos, los cuales forman parte de la cotidianeidad de gran parte de las áreas indígenas. Los sueños también les permiten a los lacandones preveer este tipo de sucesos. Son signos de violencia, por ejemplo, soñar con fuego, hormigas, achiote (por su color rojo), avispas, cerveza, mordedura de serpiente, viento, o tener la visión de un arroyo crecido. En el caso de la cerveza, por ser una bebida alcohólica, su relación con la agresión y la muerte es bastante evidente; lo mismo se puede decir con respecto a la mordedura de serpiente.
Por cuanto los integrantes de este grupo indígena están conscientes de lo precario de su existencia, resulta muy importante no sólo mantenerse en buenos términos con parientes y vecinos, sino además conocer la forma de afrontar situaciones que pueden derivar en un hecho violento de consecuencias imprevisibles; es por esto que los conjuros son parte fundamental de las formas de prevención, como el que aparece a continuación, indicado para apaciguar el enojo de un potencial agresor:
Yo veo que alguien está muy bravopero cuando llego me pongo a rezary se pone contento;cuando yo recé y hasta donde pude,hasta te desnudaste y te pusiste muycontento;cada vez que llegaba y no decías nada,este hombre se puso contentoporque es como si hubiese visto a unjaguar,como si tuvieras miedo de que tecoma el jaguar.
Otro de los conjuros consignados, permite alejar la amenaza de las avispas; se debe recitar mentalmente, mientras se fuma un puro de tabaco. Dice así:
Conjuro para evitar la picadura de avispa.
Cuando encendí mi tabacopor el humo se fue laavispa,después fui a buscar elpanal y ya no había nada.
Cuando encendí mi tabaco su aguijón se durmió,por eso cuando la agarro ya no me hace nada.
La avispa dice:"mi señor me ordena queyo salga de mi panal,y por eso no le hagonada,son mi papá y mi mamálos que me estáncorriendo,ya sentí el humo de sutabaco que me estácorriendo y por eso mefui".
Cualquier avispaque sea de guanacaxtleque sea de canxande cualquier árbolporque ellas dicenque son su padre y sumadrey las están corriendo.
Yo soy el únicoque sé correr a todaslas avispas,también las sé correr, aunque sea gusanotodo lo puedo.
Puedo hacer que lashormigas se vayany cualquier hormigano te puede hacer nadasi estás conmigo.
En tu vista se volóla hormigay viste que no me hizonada.
Yo estoy cantando que la avispa se fuey ya no nos pica,y cuando regrese,si yo no estoy,ahí sí te puedepicar.
Las causas de demanda de atención.
A continuación se describen algunas de las causas de demanda de atención más frecuentes de la población lacandona.