La encuesta arrojó un total de 74 causas de demanda de atención que se clasificaron en ocho grupos: malestares diversos, sean estos inespecíficos, metabólicos, de la piel, psicológicos o accidentes: "gente que se le pone chueca la boca", "oídos", "muelas", "niños pujones", dolor de cabeza, locura, "azúcar en la sangre" o diabetes, alcoholismo, trastornos de la mente, debilidad, llagas, irritación de la piel, dolor de riñón, ardor de pies, dolor de ojos, sueño, calentura, heridas, úlceras, paludismo, anemia, úlceras varicosas y abscesos; el conjunto de estos malestares representa el 31% del total de causas de demanda de atención. Padecimientos del sistema musculoesquelético: quebradura, desconcertadura de huesos y nervios, desviación de discos de la columna, desgarres, desligamiento, cintura, lastimadura de huesos, reuma, torcedura, torcedura de nervios, fractura, zafadura de hueso y dislocamiento; estos traumatismos conforman el 20% de las nosologías que reporta la medicina mayo. Atención al embarazo, parto y puerperio, y a los males relativos al aparato reproductor. Algunos de los términos autóctonos que comprende la ginecoobstetricia mayo son los siguientes: "trabajo de parto", "acomodar niños", atención del parto prematuro o "embarazo de 7-8 meses", control de embarazo, "empacho de la mujer en dieta", matriz caída, curar hemorragias en mujer (hemorragias), "cuidados del niño", dolor después del parto e inflamación de ovarios; este rubro abarca el 13% de los motivos de consulta. Síndromes de filiación cultural: caída de mollera, susto, empacho, latido, sofocamiento o sofocado, "tripa ida", mal puesto, alferecía y "aigrados"; figuraron con un 12% en las encuestas. Afecciones respiratorias: resfriado, gripe, bronquitis, tuberculosis, pulmonía, asma bronquial y tos; conformaron el 9% del total. Enfermedades gastrointestinales: diarrea, "corrimientos" o "jalar los corrimientos", inflamación del estómago, vómito y parásitos; constituyen el 8% de todos los motivos de consulta. Padecimientos cardiovasculares y nerviosos: alta presión, problemas del corazón y nervios; este conjunto incide menos en la morbilidad de los mayos, pues sólo corresponde al 4% de las causas de demanda de atención. Finalmente, hay pacientes que visitan a sus médicos, no tanto en busca del alivio de una enfermedad, sino para que se les practique algún procedimiento preventivo o diagnóstico, como lo son determinar si hay embarazo -en el caso de matrimonios jóvenes-, recetar purgas y ejecutar limpias para liberar al individuo de cualquier tipo de esencia, flujo u objeto considerado contaminante; estos casos constituyen sólo el 3% de los motivos de consulta.
Respecto de las causas de mortalidad, fueron reportados un total de 35 nombres que, enumerados en orden decreciente de mención, son: ataque cardiaco, insuficiencia cardiaca renal, "corazón", nervios, hipertensión y paro cardiaco, esto es, las enfermedades de tipo cardiovascular (17% de referencias); al conjunto formado por diarrea, fiebre tifoidea, cáncer intestinal, úlcera estomacal y congestión correspondió el 15% de las referencias; algunos síndromes de filiación cultural -caída de mollera, "caída de la tripa" y empacho- representaron el 9% del total de causas de defunciones; aquellos padecimientos respiratorios, como tuberculosis, bronquitis y pulmonía, recibieron igual número de menciones; con una frecuencia similar, los traumatismos -fractura de cráneo y "muerte por ruptura de médula"- también se refirieron como causas de muerte. Además de lo enlistado, el grueso de los males y percances fatales o potencialmente fatales (42%) cae en una categoría heterogénea que refleja las condiciones de pobreza e insalubridad en que viven los mayos: deshidratación, embolia, muerte natural, accidentes, diabetes, "por descuido de ellos mismos", leucemia, tétanos falta de atención adecuada, "infección dolor de muela", rabia, complicación de parto, riñones, paludismo, cáncer de pulmón y matriz, y anemia.
Después de este resumen, pasamos a una reseña más detallada de algunas enfermedades que atiende esta medicina.