La etnia mayo se autodenomina yoreme "el que respeta la tradición". Su lengua pertenece a la familia Tracahita del tronco Yuto-Nahua y está emparentada con las lenguas yaqui y guarijío, cada una con sus propias variaciones dialectales.
La región yoremese localiza en el noroeste de México, y abarca parte del sur de Sonora y norte de Sinaloa, en los valles costeros del Pacífico que se encuentran entre los ríos Mayo y Fuerte. En el estado de Sinaloa las comunidades mayos se distribuyen principalmente en los municipios El Fuerte, Choix, Guasave, Sinaloa de Leyva y Ahome; mientras que en Sonora se asientan en los municipios Alamos, El Quiriego, Navojoa, Etchojoa y Huatabampo.
Es difícil precisar datos sobre la población mayo debido a su dispersión y al hecho de convivir con mestizos en prácticamente todas sus comunidades. Según información registrada en el XI Censo general de población y vivienda (1990), la población mayo ascendía a 45 623 individuos, de los cuales 8 213 pertenecían al grupo de edad de cero a cuatro años, y 37 410 al de cinco años y más. De estos últimos, 9 689 se censaron en Sinaloa y 27 410 en Sonora.
En toda la región yoreme predomina el clima desértico, con una temperatura media anual de 25°C y una precipitación promedio anual de 400 mm; la época de lluvias comprende los meses de julio a septiembre. Las altitudes registradas van desde el nivel del mar en la región costera, hasta los 250 msnm en la región de los valles, y va subiendo hacia las faldas de la sierra Madre Occidental, donde las alturas llegan a los 2 000 msnm.
La vegetación dominante es la típica de zonas áridas y, donde la humedad es mayor, existen selvas bajas subtropicales. Algunos componentes comunes de la flora son: mezquite, álamo, saguaro, choya y demás especies espinosas de hojas pequeñas.
La composición faunística de la región se ha visto afectada fuertemente por los procesos de industrialización del campo, la urbanización y la sobreexplotación de las especies comestibles; sin embargo, todavía se pueden encontrar algunos mamíferos como: liebre, conejo, zorrillo, tlacuache, tejón, mapache, jabalí, y ciertos reptiles, entre los que abunda la víbora de cascabel y algunas especies de tortugas.
La principal actividad económica en los asentamientos de la costa es la pesca; la captura del camarón resulta la más importante y su explotación se realiza a través de cooperativas ejidales. Asimismo, en el puerto de Yavaros se desarrolla una industria pesquera basada en la captura y empacado del atún y la sardina.
La agricultura es la actividad en la que más participan los yoremes; sólo en la región de los valles existe el riego; en el resto, las prácticas agrícolas son de temporal. Las ciudades de Navojoa y Huatabampo representan los centros comerciales más importantes; la primera destaca como una ciudad orientada hacia el desarrollo agrícola donde se concentra y procesa el producto de las cosechas de cártamo, soya, garbanzo, sorgo y algodón, entre los más importantes.
La ganadería se practica en forma extensiva y semi-intensiva a nivel familiar y ejidal o comunal; las principales especies explotadas son bovinos, caprinos, porcinos, equinos y aves de corral.
Los mayos viven por lo común en las márgenes de los asentamientos, en donde los servicios públicos son deficientes. La vivienda se construye con diversos materiales propios de la región; las paredes son de carrizo, corazón de pitahaya o saguaro, enjarradas de adobe; el techo es de madera y carrizo con emplastes de tierra. Otro tipo de construcción es de adobe enjarrado y encalado para evitar los estragos de la salinidad, que en algunas comunidades es muy alta. Normalmente, todas las casas cuentan con un enramado hecho con postes de mezquite y techo de carrizo tule o palma, que se reserva para la celebración de las ceremonias familiares, como velaciones y cabos de año.
El servicio médico institucional es proporcionado por el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y los Servicios Médicos de Sonora. Según datos proporcionados por el INI, aproximadamente el 40% de las comunidades mayo de Sonora cuentan con algún servicio médico, y la mayoría de ellas tienen acceso relativamente fácil a la atención médica.
Las unidades de salud se concentran principalmente en los municipios de Navojoa, Alamos, Huatabampo y Etchojoa. Las principales demandas de atención registradas son: infecciones respiratorias, parasitosis, gastroenteritis, dermatopatías, padecimientos osteomusculares, hipertensión arterial y artritis. Algunos de estos padecimientos están relacionados fundamentalmente con malos hábitos de higiene, deficiencia en los servicios públicos (drenaje) y contaminación de las aguas por químicos y fertilizantes.
En lo tocante a la medicina tradicional, actualmente existen dos agrupaciones de terapeutas. La Organización de Médicos Indígenas Tehueka Annia Jitteberi "Yoreme Mayo" de Sinaloa (OMITAJYMS), fundada en 1991 y con sede en El Fuerte, conformada por más de 210 integrantes de las comunidades de los municipios Ahome, Choix, El Fuerte, Guasave, y Sinaloa de Leyva. Y la Agrupación de Médicos Tradicionales Indígenas de la Región del Mayo de Sonora "Yoreme Mayo" (AMTIRMAS), fundada en 1992 y con sede en la localidad de El Chicarit en el municipio de Etchojoa; cuenta con más de 100 agremiados de los municipios de Navojoa y Huatabampo.
La visión yoreme del mundo, así como sus creencias y prácticas religiosas son en la actualidad una amalgama del culto propio de la etnia con múltiples adaptaciones de la fe católica introducida años atrás por los jesuítas. Sobrevive en sus ritos, cantos y danzas, la idea de la naturaleza como ente proveedor del hombre; se rinde culto a las flores, a las aves, a los venados y, por otro lado, también se venera a la santísima Trinidad, san José, san Francisco y otros santos, dependiendo de la comunidad.
Sus prácticas religiosas se organizan en torno a centros ceremoniales o pueblos tradicionales, en las que se delegan cargos designados por las autoridades religiosas bajo un sistema de compromiso, mediante promesas y mandas, retribuidas con el favor o la gracia divina.
Las fiestas de esta etnia, en las que se vinculan pueblos yoremes de Sinaloa y Sonora, siguen por lo común el calendario litúrgico. En ellas conviven los ritos católicos y las danzas y cantos de tradición yoreme, como la danza del venado y la pascola.
Son importantes las ceremonias mortuorias, particularmente la del día de Muertos, las velaciones, los cabos de año y los entierros, además de la celebración de la Cuaresma, Semana Santa y las fiestas a la santísima Trinidad, san José, san Ignacio de Loyola, el Espíritu Santo, la Santa Cruz y la virgen de Guadalupe.