El xoxal es un síndrome de filiación cultural que tratan los terapeutas tradicionales tepehuas, quienes señalan que esta enfermedad es propia de los adultos, los cuales la contraen cuando hacen largas caminatas y, en consecuencia, deben realizar un esfuerzo físico excesivo, especialmente con las piernas. El enfermo se percata de la presencia de la afección cuando de improviso siente un dolor en el costado "como cuando se camina rápido"; enseguida advierte "bolas" dolorosas en las coyunturas o en los "nervios" (músculos), debido al desgaste físico. Los terapeutas afirman que "las bolas" son en realidad "venas" (fibras musculares) que se han crispado, y el malestar se debe precisamente a esta contracción. El dolor puede ser tan intenso que impide caminar al enfermo (V. xoxalli)
La terapia destinada a curar esta enfermedad tiene la finalidad de deshacer los nodulos que se han formado. Para esto el terapeuta deja macerar, durante algunos días, ajo en aguardiente, y con este preparado soba vigorosamente el cuerpo del paciente; sobre todo, da masajes a las "bolas" hasta eliminarlas. Después de las sobadas, el enfermo debe reposar un rato para evitar un enfriamiento que podría complicar su condición. Las curaciones se hacen de preferencia por las noches y, por lo general, se necesitan unas tres sesiones terapéuticas para conseguir hacer desaparecer las formaciones dolorosas.