La información que a continuación se proporciona, obtenida de 34 terapeutas tradicionales guerrerenses de los municipios de Malinaltepec, Metlatonoc y Atlamajalcingo del Monte. Del total de entrevistados, el 62% eran hombres y el 38% mujeres; al momento de la entrevista la edad promedio del grupo era de poco más de 52 años.
De acuerdo con los informantes, su actividad médica está relegada a un segundo término; la mayoría (94%) dijo dedicarse a actividades relacionadas con el campo, y el resto -compuesto exclusivamente por mujeres-, a las las tareas del hogar.
En lo que respecta al nivel de alfabetización de estos terapeutas tradicionales, el 72% dijo no saber leer ni escribir. Este dato se comprende al analizar las lenguas habladas: el 87% refirió ser monolingüe de tlapaneco, y el 13% restante, señaló ser bilingüe de tlapaneco y mixteco, tlapaneco o náhuatl y tlapaneco y español; sólo un integrante declaró hablar tres idiomas: tlapaneco, náhuatl y español. Debido a lo anterior, en la mayoría de los casos fue necesario contar, al momento de la encuesta, con un intérprete para traducir la información proporcionada por los terapeutas.
Del total de los entrevistados, el 50% se autodenominó "médico" (xapunanütaana) o "médico indígena". (rambu´unajton). Este grupo está conformado en su mayoría por varones, con una edad promedio de 49 años . La profesión de médico, a su vez, puede incluir alguna especialización; entre ellas, la de partera (xaapuonatiki´inan) ocupa un lugar importante; otros declararon ser especialistas hueseros (na raku´a jjzo), hierberos (thanaina´a) y rezanderos (V. adivino). Algunos dijeron tener una doble especialización como parteros-hueseros o parteros-rezanderos. La principal forma de aprendizaje referida es aquella que implica la dirección tutelar de otro médico indígena experimentado por lo general un pariente-, mientras que en muy pocos casos se mencionaron mecanismos de autoaprendizaje.
Acerca de las causas de demanda de atención tratadas por los médicos tlapanecos, encontramos que las relativas a la ginecoobstetricia y a las enfermedades propias de la mujer ocupan el mayor porcentaje (26%); entre ellas, se reportaron con más frecuencia: hemorragia de cada mes (xi´itia ni´i ta´a yo´oc), dolor de matriz (oui´ivi tixiiva maana), hemorragia (nagadí´í´di), aflojamiento del útero (na´a naacabatixina), "flujo de las partes ocultas" (x´iitaa nautiana) y "comezón en partes ocultas" (xiitia ndutia).
Otros motivos de consulta que ocuparon un porcentaje igual (14%) son las afecciones gastrointestinales: diarrea (cu´u tixi´i), vómito (na´axi´i) y disentería (namixu´uya´ska); los síndromes de filiación cultural: espanto (cue nülivi), caída de la mollera (nanaacaba siqui) y encanto de la ciénaga (cue´c be´endoyo´o); las enfermedades que se manifiestan en la piel: granos con pus (ndi´i taayi), sarampión (xndu´ maña) y "nacido" o grano infectado (ta´ac); y las inherentes al sistema respiratorio: tos en la garganta (caata xu´ucu´u), tos ferina (nandi naga´a apha) y gripa (xayuu´u).
Finalmente, un grupo de causas inespecíficas o que se manifiestan en diversos aparatos y sistemas, completa el cuadro de las patologías tratadas por el médico tlapaneca, ocupando un 18%; las más mencionadas fueron: torcedura (neñen´ko itso), ruptura (nimika itso), hinchazón y apretado del pecho (xaayuu ñandaquini).
Como ya se mencionó, la especialidad de partera (xaa puonatiki ´in andaj) -el 30% de los terapeutas de la muestra-, es una profesión muy importante, la cual suele combinarse con otras especialidades como la de rezadora, huesera y levanta mollera; asimismo, algunas parteras son consultadas para "sacar preguntas con el maíz" (V. adivinación con granos de maíz, medir el hueso). Al momento de la entrevista, este grupo de parteras estaba compuesto únicamente por mujeres de poco más de 51 años, en promedio. La forma de aprendizaje referida por todas las encuestadas, es la transmisión oral en el propio seno familiar. Las causas de demanda de atención por las que los indígenas tlapanecos solicitan sus servicios, se encuentran inscritas principalmente en la ginecoobstetricia y en las enfermedades propias de la mujer, mismas que representan un 33%; entre las más frecuentes, se mencionaron: parto, control de embarazo, hemorragia, dolor de vientre y caída de matriz. Los síndromes de filiación cultural, al igual que los padecimientos inherentes al aparato gastrointestinal, representan un 13%: caída de mollera y espanto, dentro de los primeros, y vómito y diarrea con vómito, en el segundo grupo. El 31% restante incluye afecciones musculoesqueléticas (fracturas, dolor de hueso e hinchazón de los pies), un padecimiento de tipo inespecífico (dolor de cabeza), y un procedimiento diagnóstico y terapéutico ("hacer preguntas").
Los rezanderos (xaapuo naaturi) representan el tercer grupo importante en la medicina tradicional tlapaneca, con el 17% del total de los entrevistados. La práctica médica de este tipo de terapeutas suele combinarse con alguna especialidad, como la del tratamiento del espanto (xabo naxika índela) o la de hierberos-sobadores. Contrariamente al grupo de parteras, los rezanderos están representados solamente por varones, cuya edad promedio al momento de la encuesta fue aproximadamente de 59 años. Las habilidades de su profesión se refirieron como parte de las enseñanzas recibidas de otro rezandero, generalmente un familiar. En cuanto a las causas de demanda de atención por las que son solicitados, se encontró que todas pertenecen a los llamados síndromes de filiación cultural, en donde destacan las afecciones originadas por el espanto.
Finalmente, el cuarto y último grupo de terapeutas es el conformado por los hierberos, profesión que representó el porcentaje más bajo: 3% de los entrevistados. Esta práctica médica tradicional comúnmente se asocia al conocimiento de otras, como las de rezandero y sobador. Los hierberos fueron representados únicamente por varones, cuya edad promedio, al momento de la entrevista, fue de 43 años. El conocimiento médico practicado por estos terapeutas es aprendido de otro hierbero que, generalmente, suele ser miembro de su núcleo familiar, el cual le enseña los procedimientos y métodos curativos y le proporciona algunos libros sobre medicina tradicional para que amplíe sus conocimientos. Las causas de demanda de atención por las que los tlapanecos solicitan los servicios de estos terapeutas, pertenecen a los llamados síndromes de filiación cultural, y son, principalmente, el mal aire y el espanto; en menor medida fueron reportadas: diarrea, tos, calentura, y limpias terapéuticas y diagnósticas.