Hemorragia por retención de placenta
La "hemorragia por retención de placenta" es una causa de demanda de atención considerada altamente peligrosa, en virtud de las consecuencias que puede traer si la persona afectada no es atendida a tiempo, o si no se logra desprender la placenta; generalmente, ambas situaciones conducen al deceso de la mujer. Ya que se trata de un problema de salud femenino, el médico tradicional indicado para atenderlo es la partera.
Como su nombre lo señala, la hemorragia se produce por el hecho de que, después del nacimiento del niño, la placenta tarda en desprenderse o queda algún trozo de ella en el interior del útero; es, por lo tanto, una complicación del alumbramiento. En ese momento la mujer siente intensos dolores de cintura y de vientre, y su semblante se torna amarillento. La terapeuta evalúa la gravedad del problema según la cantidad y el color del sangrado, y el tiempo transcurrido desde el nacimiento; de la misma manera, presta particular atención al olor del sangrado mismo, ya que cuando les queda algo en su vientre el olor es muy feo, y en caso contrario sólo huele a chuquía". Con el término "chuquía" se designa, en varias regiones indígenas, el olor de los loquios de la parturienta.
Los terapeutas amuzgos consideran que este problema deriva de cierto tipo de conducta que ha tenido la mujer durante el embarazo. Así, según las parteras, si una mujer encinta lava ropa y se moja, hace corajes, no satisface sus antojos o se enfría continuamente, puede llegar a sufrir retención de placenta al momento del parto.
El tratamiento empleado para detener la hemorragia consiste en la ingestión de un preparado de plantas medicinales compuesto por hierba santa, canela y pimienta, hervidas y administradas en dosis de una jícara, tres veces al día, por un solo día; la paciente debe, además, tomar un huevo crudo de gallina. El aguacatillo y el guayabillo, preparados igualmente en forma de té, pueden sustituir a las hierbas antes mencionadas. Si el tratamiento no surte el efecto esperado, los informantes recomiendan inyectar a la paciente un medicamento de patente llamado Pituitrina; si tampoco así se logra parar la hemorragia, entonces aconsejan enviar a la paciente a un médico.
Los indicadores de una complicación de este tipo de hemorragia, son la aparición de calentura y desmayos. Todos los terapeutas consultados señalan la necesidad de atender con prontitud los casos de retención de placenta, por la rapidez con la cual puede provocar la muerte de la paciente.