Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
La Medicina Tradicional de los Pueblos Indígenas de México
Chichimeco-Jonaz (Ézar).
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Descripción de demandas
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Descripción de demandas

Hinchazón de pies

La enfermedad conocida con el nombre de "hinchazón de pies" es una causa de demanda de atención bastante frecuente entre los habitantes de las áreas chichimecas, tratada preferentemente por los hierberos, las parteras y los chupadores. Se trata de un padecimiento que afecta comúnmente a la población adulta, el cual se produce ya sea "porque los riñones están inflamados", o porque el sujeto afectado "ha pisado algún mal que está tirado". Esta última causa guarda relación con la idea de que los objetos utilizados en los tratamientos de enfermedades como los daños, el mal de ojo y los hechizos, entre otras, están contaminados y frecuentemente los terapeutas alejan estos materiales -generalmente ramos de limpias y huevos- del sitio en donde fue llevada a cabo la curación; los dejen abandonados en los caminos, con la intención de que las personas que por allí transitan "pisoteen la enfermedad" (V. contagio).

El terapeuta establece el tipo de causa que está provocando la hinchazón mediante una limpia con velas de sebo, cuya flama interpreta luego de encenderlas frente al altar. Cuando la afección es producto de una enfermedad renal, el paciente presenta además otros síntomas, tales como dolor en la región lumbar y ardor al orinar. Es importante determinar la naturaleza de la causa que genera la hinchazón, ya que el tipo de tratamiento empleado depende de ella.

Si la enfermedad es consecuencia de "algún mal tirado", la curación que hace el hierbero es la siguiente: primero limpia al paciente con un huevo, especialmente los pies, y luego se los lava con "agua espiritual" a la que agrega unas gotas de tintura de árnica. Al lavarle las extremidades, soba hacia abajo repetidas veces; por último, le hace una barrida con ramas de pirul macho, "para sacar la enfermedad". La terapia comprende unas cinco sesiones curativas como ésta; sin embargo, cuando ya la afección está "muy madura", el número de curaciones puede llegar hasta 18.

Cuando la hinchazón de los pies es causada por alguna dolencia renal, el tratamiento empleado consiste en la aplicación de cataplasmas, en la región lumbar, preparadas con cola de caballo, flor de peña y pingüica; los primeros días el paciente también tiene que tomar un té de las mismas plantas. En la hinchazón por esta causa es muy importante observar una dieta que excluya el consumo de café, vino, grasas y, en general, "cosas fuertes". De igual manera, durante los primeros días de tratamiento, el enfermo debe comer sólo frutas y verduras, tales como manzanas, peras, rábanos, acelgas y espinacas. Pasados unos cuatro o cinco días, cuando la inflamación comienza a ceder y el dolor a disminuir, el té se reemplaza por otro, preparado con flor de tila y cálamo aromático, o con sanguinaria; si se usa esta última planta, el té se prepara el día anterior y se deja serenar, para conseguir aumentar las cualidades "frías" de la preparación; en todos los casos el medicamento se administra como agua de uso.

Los terapeutas recomiendan a sus pacientes prestar especial atención a la hinchazón de los pies y solicitar la ayuda del especialista en cuanto comiencen a notar su aparición, ya que, a falta de tratamiento, la inflamación progresa, "la persona se hincha hacia arriba hasta el vientre y muere", afirman los hierberos. Se recomienda tener preparado en casa un macerado de romero en alcohol para frotarse los pies en cuanto se advierta que comienzan a inflamarse.