Con el nombre de che´eri, "calenturas", los terapeutas tradicionales guarijios designan un padecimiento cuya principal característica es la elevación de la temperatura corporal que presenta el sujeto afectado. Los informantes refieren que la calentura aparece, la mayor parte de las veces, como un signo de otras enfermedades, tales como el paludismo, el susto o el mal puesto; cuando surge asociada a esta última afección, es considerada particularmente peligrosa. Las calenturas pueden también ser provocadas "por los cambios de clima" o surgir sin causas aparentes.
La calentura requiere de un tratamiento específico sólo si ha sido producida por cambios ambientales bruscos. Cuando constituye una característica de otras enfermedades, la terapia recomendada está destinada a curar la afección que la origina. En el primer caso, además de fiebre elevada, el enfermo presenta "dolor de costado (dolor en la región intercostal) y de cabeza por aire"; el tratamiento acostumbrado consiste en un cocimiento preparado con plantas medicinales, frotado en todo el cuerpo del enfermo. Las plantas empleadas en el cocimiento son: raíz de vahivuria y de chuchupate, pionía, pakanawa y coronilla, junto con el "remolino" (resina del árbol llamado torote) y la fruta del chiltepín, molidos y hervidos en agua. En un principio, se dan de tres a cuatro frotadas al día, y ya que comienza a descender la temperatura, se reducen a dos; después de aplicar el remedio, "se encama al enfermo un rato para que sude, y luego se le cambia de ropa". El tratamiento también comprende la ingestión de un cocimiento de coronilla, chuchupate y pakanawa como agua de uso (V. ocotillo, baiburilla, palo santo, tomate cimarrón). Se recomienda cuidarse del aire, la humedad y el frío.
Si el paciente no recibe tratamiento, "se enferma y debilita más, y le puede pasar la enfermedad al pulmón provocando enfermedad grave, la que puede ser mortal"