En la medicina tradicional guarijía, el corrimiento es un padecimiento de la población adulta que surge como una complicación de otras enfermedades, como la gripa o la calentura, cuando un sujeto afectado por cualquiera de ellas "se moja, se baña o se expone al aire frío". En opinión de los informantes, en estas circunstancias la enfermedad original "se pasma", es decir, su curso normal queda interrumpido, situación que desencadena el corrimiento (V. pasmo y garrotillo).
Uno de los síntomas que caracteriza la afección es un dolor continuo y muy fuerte en la parte superior de la cabeza y de los ojos, "dolor que va madurando", es decir, que se va haciendo cada vez más intenso; "a veces hay corrimiento de flemas por la nariz". La inflamación de los "ganglios de la cabeza" es el signo mediante el cual los terapeutas identifican la enfermedad, ya que al tacto "se sienten bolas desde la frente hacia atrás; estas bolas resultan del pasmo y producen el dolor insoportable que prende toda la cabeza".
Para tratar esta dolencia, los médicos tradicionales ejecutan una "sobada", es decir, un masaje con Vick VapoRub o Iodex, iniciando desde la frente y avanzando hacia atrás, con el propósito de "aplastar las bolas con los dedos para deshacerlas; esto duele mucho". Finalizada la sobada, "se jalan los cabellos con firmeza para que truene el cuero donde está el corrimiento y las bolas que se sobaron". La curación se debe realizar diariamente, durante tres días (V. tronar el garrotillo, laurel).
A manera de prevención, los curanderos recomiendan cuidarse del frío y de la humedad cuando se tiene calentura o gripa.