La "fiebre cerebral", otro de los padecimientos caracterizados por la elevación de la temperatura corporal, afecta preferentemente a los niños de edad comprendida entre los cuatro y los diez años. Según los terapeutas, este tipo particular de calentura se produce por el clima caliente y húmedo que impera en las regiones mames durante el verano, estación en la que el número de pacientes afectados de fiebre cerebral aumenta. A veces, esta afección aparece también como una complicación de la infección estomacal, enfermedad que se produce en los niños "por jugar en los charcos de agua sucia", afirman los terapeutas. La fiebre cerebral se caracteriza por una temperatura tan elevada, que el paciente "a veces se tuerce, se engarrota, la columna se le afloja y echa espuma por la boca", señalan los curanderos. En opinión de los terapeutas del grupo, esta calentura ataca al cerebro. El diagnóstico se establece mediante la "clarividencia"; se trata de una práctica que consiste en ver el mal en el "pomo", esto es, en una botella o en una copa grande, con agua, colocada en el centro de la mesa o en el altar del terapeuta. Una vez que ha visualizado la enfermedad, el especialista entra en trance, estado durante el cual "Dios le revela" el tratamiento que debe ser aplicado al paciente.
El tratamiento de esta forma de calentura consiste en practicar al enfermo un baño de hierbas medicinales. Para ello, la madre desnuda al niño y lo sienta en sus piernas, mientras la terapeuta reza un padrenuestro e invoca a las imágenes de "su mesa" en orden jerárquico, siendo san Antonio uno de los primeros santos a quien le dedica la oración. El baño se prepara mezclando con agua medio litro de aguardiente, un cuarto de alcohol, un puñito de cogollitos machacados de pimienta gorda, chile, albahaca oloroso y cimarrón, ruda, corrimiento y hojas de tinta (V. Ruta graveolens). Con este líquido y con ayuda de las hojas, la terapeuta moja todo el cuerpo del niño y luego, "para que salga el sudor y refresque su cuerpo", lo envuelve con una sábana de manera que las hojas de las plantas queden en contacto con la Piel. El tiempo que el paciente debe permanecer con la envoltura depende de la hora del día en que se ha practicado el baño: "si la envoltura se hace a mediodía, punto de máximo calor en la localidad, se destapa al niño a las dos de la tarde; si se hace por la tarde, se le debe destapar a las siete de la mañana del día siguiente. Los curanderos recomiendan a la madre del niño no bañarlo sino después de que hayan pasado tres días desde la curación; también se le aconseja administrarle un té de hierbabuena, como agua de tiempo, para evitar la deshidratación (V. Cofea arabica, Artemisia ludoviciana, Lipia dulcis).
Los médicos tradicionales mames señalan que la fiebre cerebral es causa de mortalidad entre la población infantil de las comunidades: "Se aguadan (decaen) los niños; la enfermedad ataca el cerebro y se carboniza; el enfermo se pone morado porque la sangre ya no gira, se coagula por la mucha calentura".