Los lacandones designan con el nombre de chob a un gusano que nace y se desarrolla tanto en el maíz tierno como en las hojas del capulín. Aunque su picadura no es peligrosa, produce un intenso dolor en la zona afectada, malestar que tarda algunas horas en desaparecer. Para evitar su picadura, así como para curarla, los habitantes del área han ideado el siguiente conjuro:
Yo puedo poner al gusanoen la palma de mi manoy no me puede picar.
Cuando me picó oré por élpara que ya no me subierael dolor hasta el pechoy no lo pudiera aguantar
Cuando recé se me fuebajando el dolorhasta que se quitó.