Diabetes. Azúcar. Infección de la sangre
La diabetes, conocida también con las denominaciones de "infección de la sangre" y "azúcar", representa entre los mazahuas una causa de demanda de atención de la población adulta. Dicho padecimiento encierra una importancia particular por su evolución extremadamente lenta, y por las características que reviste. Generalmente, el paciente muere a consecuencia de la enfermedad después de un largo tiempo, y sin padecer grandes sufrimientos.
Por lo general, la diabetes aparece después de un fuerte susto o de un intenso coraje (V. muina), situación que provoca que "la sangre se convierta en agua". El coraje resulta particularmente dañino si, inmediatamente después, el sujeto bebe agua o refresco fríos.
La enfermedad se manifiesta con dolores generalizados en todo el cuerpo, una pérdida drástica de la agudeza visual, y la necesidad apremiante de tomar agua continuamente, ya que el sujeto siente mucha sed, además de tener la boca completamente seca. El enfermo también presenta el semblante descolorido y la voz apagada. Todos estos elementos son de utilidad para el diagnóstico, el cual se establece mediante observación del aspecto del paciente acompañado de un interrogatorio.
El tratamiento aplicado tiene la finalidad de "bajar la azúcar o infección de la sangre". Para ello, los terapeutas recomiendan tomar agua bien caliente por las mañanas, durante tres días seguidos, y en el curso del día beber la propia orina para apagar la sed; el paciente debe tomar toda la orina que expulse durante este periodo; el tratamiento comprende además la ingestión de agua de arroz como agua de tiempo. Los terapeutas afirman que si el paciente sigue correctamente el tratamiento, "al tercer día estará bien". La dieta que el enfermo debe observar durante cierto tiempo, una vez concluida la terapia, es un factor importante: los curanderos le aconsejan consumir carne asada, papas doradas y, por lo general, su comida habitual, evitando la ingestión de refrescos, alcohol, carne de puerco y pastas.
Varios son los consejos brindados por los terapeutas para prevenir la enfermedad; entre ellos destaca la recomendación de no "hacer corajes ni asustarse". La alimentación desempeña un papel importante en la prevención, de modo que también aconsejan evitar determinados alimentos considerados extremadamente dañinos, como la leche y sus derivados, los productos en conserva y la carne de puerco. La persona que acaba de sufrir un coraje debe evitar ingerir cualquier bebida o alimento inmediatamente después de ocurrido el hecho; no debe tomar ni siquiera agua, afirman los curanderos; pero en caso de que tenga necesidad de hacerlo, entonces debe tomar agua caliente para que "le lave el organismo". Los informantes se extienden en las recomendaciones por considerar que, muchas veces, las personas enferman de diabetes por desconocer las formas de prevenirla.
El sujeto afectado por "azúcar" debe iniciar el tratamiento en cuanto comienza a notar la presencia de los primeros síntomas, porque de lo contrario "se va secando hasta que muere", aun si toma líquidos constantemente. El mismo fin alcanza el paciente que no logra controlar el azúcar, porque ésta "progresa siempre más", es decir, aumenta paulatinamente. La diabetes en un padecimiento que puede tener una duración muy larga; así, en ocasiones llega a matar al enfermo después de tres años o más.