La disentería es una causas de demanda de atención que trata preferentemente el curandero y el hierbero. Los terapeutas y la población de las áreas mazahuas la consideran extremadamente peligrosa, por las complicaciones que puede acarrear si el enfermo no recibe el tratamiento a tiempo. La disentería se presenta con más frecuencia durante la temporada de secas; es una afección de rápida evolución, por lo que puede causar la muerte del sujeto que la padece en breve tiempo.
Según los terapeutas, la disentería aparece siempre como una complicación de la diarrea; así, ellos refieren que se presenta por una higiene deficiente de los alimentos, por no hervir el agua y "por el polvo sucio; empieza con diarrea y después se complica con disentería".
El signo más evidente del padecimiento aparece en las evacuaciones del enfermo, el cual "obra con mucosidad, hace con mucho moco y con sangre. Cuando se presenta en niños, lloran en cualquier momento porque les duele el estómago" (V. diarrea con sangre).
El tratamiento empleado por el terapeuta mazahua consiste en proporcionar al paciente una decocción preparada con tarete, pico de gallo morado y verde; también se le pone un chisme, un limón partido en cruz, una ramita de manzanilla y se endulza con piloncillo. El curandero pone inicialmente a hervir, en medio litro de agua, el pico de gallo y el chisme por unos 20 minutos, luego agrega las otras plantas y al término endulza el preparado con el piloncillo. El medicamento se administra cada media hora en dosis de un vaso; "con esto se le quitan las deposiciones de moco con sangre", aseguran los informantes (V. hierba del cáncer y malva lisa).
Para evitar contraer la disentería, los informantes recomiendan "preparar los alimentos con limpieza y que no los expongan al polvo; que se laven bien sus manos las personas".