Con este nombre se conoce en la medicina tradicional maya de la península de Yucatán a un padecimiento, o conjunto de padecimientos, que pueden manifestarse como una afección de la piel y de la masa muscular subyacente, o en forma de una dolencia en algún órgano interno, en el estómago principalmente. El terapeuta solicitado para atender los distintos tipos de cáncer es, en primer, lugar el sacerdote tradicional, seguido del curandero.
La información recopilada permite confirmar la hipótesis de que el término "cáncer", tal como se emplea en la medicina tradicional, alude a un mal de difícil curación y de aspecto desagradable -cuando afecta la piel-; si se trata de un cáncer interno, el semblante del paciente lo revela. Ambos formas del padecimiento tienen en común el tratamiento, en el que se emplea el mismo recurso terapéutico: una planta medicinal de nombre kaansel xiw (Echites yucatanensis).
La causa principal del mal -cuando se manifiesta en alguna zona de la piel-, es el contraste térmico que tiene lugar cuando el enfermo "sale caluroso al aire, o pisa el suelo frío cuando tiene los pies calurosos"; en este último caso el daño se vuelve más intenso si el piso, además de frío, está húmedo (V. frío-calor).
Los primeros síntomas que presenta el sujeto afectado son generalizados, pero algunos se manifiestan precisamente en la región del cuerpo que sufre el trastorno. Ellos son: "hinchazón del cuerpo o de los pies", especialmente en la región de los tobillos, dolor de cabeza y de las extremidades y calentura; a veces aparecen pequeños granitos. El enfermo presenta decaimiento general y empeora rápidamente: "se le parten los pies y empieza a salirles agüita", o las plantas de los mismos cambian de color y se tornan violáceas; además, la exposición al sol le provoca un intenso dolor en las zonas afectadas.
El terapeuta diagnostica mediante un interrogatorio y efectuando un examen minucioso de las extremidades del paciente. Enseguida "le lava los pies, los seca y los pone en alto", mientras procede a preparar el medicamento. Generalmente, el kaansel xiw se aplica en forma externa, como cataplasma, pero en ciertos casos también se ingiere. Así, se coloca la planta en un recipiente junto con un poco de alcohol y una pizca de sal, y se "tamula", es decir, se machaca. El terapeuta unta la pasta resultante en los pies del enfermo y la cubre con hojas de la misma planta; deja así toda la noche, y al día siguiente retira la medicina "que ya absorbió todo el mal", y coloca otra cataplasma fresca "para que el paciente la traiga todo el día". Al llegar la noche, quita la curación y lava los pies del paciente con agua fresca. Con este lavado termina la terapia, pues "es así como se contrarresta el mal".
Durante el curso del tratamiento es importante que el paciente guarde mucho reposo. Un enfermo con un cáncer de este tipo "no se muere, pero si no recibe la terapia adecuada puede quedar enfermo de por vida". Otros terapeutas opinan que en caso de no someterse a una cura, la zona afectada por el mal "se le hincha más y llega a tener mal olor, y el enfermo, mucha calentura", signos que revelan que el mal está empeorando.
Como se mencionó anteriormente, el segundo tipo de cáncer se manifiesta en algún órgano interno del sujeto. Según los terapeutas consultados, se desconoce el origen de esta forma del padecimiento. Los síntomas que presenta el paciente dependen del órgano afectado. Así, si el cáncer afecta al estómago, el enfermo vomita con frecuencia, no tiene apetito y pierde el cabello. Los terapeutas diagnostican haciendo uso del cristal zastun, especialmente si el especialista es un sacerdote tradicional. Para el tratamiento, al igual que en la otra forma de la enfermedad, se utiliza solamente la planta medicinal de nombre kaansel xiw, que se prepara sancochando cinco hojas en un litro de agua y se bebe en cinco "tomas" diarias. En esta forma de cáncer es muy importante llevar un régimen alimenticio adecuado. Por lo tanto, los terapeutas recomiendan "no comer comidas con mucha grasa, condimentos, ni tomar refrescos embotellados".
La única forma de prevención recomendada es la de evitar incurrir en las causas que dan origen a la afección. Los terapeutas consultados consideran que la primera de las dos formas de cáncer se presenta con mayor frecuencia Que la segunda. En épocas de lluvia, cuando el número de casos aumenta, reciben hasta 10 pacientes al mes.