Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
La Medicina Tradicional de los Pueblos Indígenas de México
Mayas.
[ ]  [ ]  [ ]  [
Descripción de demandas
]
Descripción de demandas

Ch´ah ch´ah wix, k´ak´as riñon o k´ak´as wix. Mal de orina

El "mal de orina" es un padecimiento -o conjunto de padecimientos- conocido por los médicos tradicionales de casi toda la península, el cual además recibe varias otras denominaciones en lengua maya, que los terapeutas mismos traducen como: "orina a cada rato", "ardor de orina", "retención", "mal de riñón" y "riñones"; también se le conoce con la expresión "dolor al orinar o ausencia de orina" (V. mal de orín).

Se trata de una enfermedad atendida preferentemente por hierbateros quienes, en su mayoría, son además parteros, sobadores o hueseros; sólo en ciertos lugares de Yucatán, el terapeuta que atiende a los que padecen de "mal de orina" es habitualmente el sobador.

Las causas que originan la enfermedad son numerosas, y las hemos agrupado de la manera siguiente:

  1. Los aires o el mal viento, que pueden afectar al individuo si éste llega a exponer directamente la zona genital a la acción de los mismos; esta situación es frecuente cuando el sujeto "orina frente al mar" o "recibe el mal viento en su parte si sale de noche a orinar", refieren los informantes.
  2. Una complicación de alguna otra enfermedad, como el tip´te tuch ("latido umbilical", cirro o "cirro ladeado").
  3. Por exponerse a cambios bruscos de temperatura, lo que suele ocurrir al "tomar cosas frías cuando se está caluroso, o tomar cosas calientes teniendo el cuerpo frío".
  4. Por realizar esfuerzos físicos considerables, como "alzar cosas pesadas", acción que provoca una "bajada de vejiga", o por recibir algún golpe.
  5. Por "tener mucho calor dentro", situación que hace que "el sarro de la orina se acumule" y en consecuencia se produzca "tupimiento del caño" e inflamación, debido a la formación de "arenillas". El sarro también se forma en el cuerpo del enfermo debido a la ingestión frecuente de agua que lo contiene en gran cantidad, o cuando el paciente "retiene la orina teniendo ganas de orinar". El consumo de alimentos muy condimentados agrava la situación, ya que estos son de calidad "caliente", así como el permanecer sentado por largos periodos de tiempo (V. k´al uix).
  6. Por olvidar poner en práctica alguna de las medidas preventivas indicadas para estos casos, la más común de las cuales es "hacerse una limpieza interna general por lo menos una vez al año".

La sintomatología referida por los informantes comprende: "ardor y dolor del caño de la orina en el momento de orinar"; el paciente tiene "frecuentes deseos de orinar" pero "se le dificulta orinar", y cuando lo hace, "orina por gotitas de color blanquizco" y en ocasiones "con rayitas de sangre"; además, presenta "dolor en la espalda", en la región lumbar, el cual se intensifica cuando el enfermo se inclina o efectúa movimientos; en ocasiones, el dolor es tan fuerte que el enfermo siente "que le falta el aire"; manifiesta "endurecimiento de la barriga" y a veces presenta fiebre y diarrea. Algunos informante señalan que un paciente con este padecimiento "se orina durmiendo, a cada rato se orina, no alcanza a bajar su pantalón y se orina, y es poca la orina; se escalda". Terapeutas de Campeche reconocen además, como otros síntomas de la enfermedad, al "dolor e inflamación de las rodillas, cuarteaduras de los talones y dolor en el estómago".

La mayor parte de los especialistas establecen el diagnóstico haciendo un interrogatorio al paciente, en el que el indicio más significativo para confirmar la naturaleza de la enfermedad es la existencia de dolor al orinar; observan, además, las características de la orina (color y presencia o no de sangre y/o arenilla) y, por último, palpan la zona dolorida (región lumbar), si el paciente manifiesta este síntoma. Para determinar la presencia de arenilla en la orina, se pide una muestra fresca que se deja reposar; pasado un tiempo razonable, se decanta o se filtra a través de un trozo de manta. En el caso de las mujeres, constituye un síntoma indicador del padecimiento la inflamación de los ovarios cuando va aunada a dolores reumáticos. En las regiones de la península donde los terapeutas consideran esta enfermedad como una complicación del tip´te tuch ("latido umbilical"), el diagnóstico se hace determinando el estado y ubicación del tip´te del paciente. El método empleado es relatado por uno de los informantes: "cuando se agarra la barriga, se siente el tip´te fuera de su lugar normal, esto quiere decir que existe infección y por eso hay mal de orina; se agarra el abdomen y se siente como se mueve una bola, se mueve rápidamente. Si el tip´te se encuentra a la derecha, el dolor se va a sentir a la izquierda".

El recurso terapéutico más importante de los numerosos tratamientos consignados, son las plantas medicinales, que se emplean casi siempre en mezclas, y se administran sólo por vía oral. En la elaboración de muchas de las preparaciones destaca el uso de ek´le muy o e´le muy (yumel), árbol del cual los terapeutas distinguen dos especies; el recomendado por ellos es el "blanco por dentro, al igual que su raíz" (V. Malmea depressa). Según los terapeutas, el yumel tiene la propiedad de "calmar el ardor de orina y, si está pasando sangre, que deje de pasar". La mayoría de estos tratamientos se prescriben a pacientes que sufren de "mal de orina", ya sea que esté complicado o no con "arenillas" algunos, sin embargo, se emplean para tratar sólo aquellos casos en que el diagnóstico ha revelado la presencia de ellas. Por lo general, la preparación se debe tomar como agua de tiempo por un periodo considerable (más de un mes).

Para los terapeutas que diagnostican la enfermedad por desplazamiento del tip´te, las plantas sólo constituyen parte de la cura: el tratamiento completo incluye sobadas del abdomen del enfermo, en tres ocasiones, que tienen el propósito de "bajar la bola hacia el ombligo"; después "lo mandan con un hierbatero" para que le aconseje las plantas medicinales más convenientes. Mientras dura la terapia, el paciente debe evitar ingerir alimentos de calidad fría.

Las plantas medicinales utilizadas para el tratamiento son numerosas; además del yumel, fueron consignadas las siguientes especies: xtaabentun, xmakulan, raíz de chaay (también llamada xe´tel), raíz de tokaban (Eupatorium odoratum),kabal piixoy, k´aan su ´uk (grama), fruto de pepino kat (pepino de árbol), pitahaya, raíz de kan lool, raíz de ch ´iin tok´, much´kok k´aax, raíz o semillas de sikil p´uus, el "chuchito" (es decir "el tallo que une el fruto a la mata") de calabaza xtoop´ siquil, raíz de carrizo, jolol, fruto de lima agria, canela, guarumbo, zacate "pata de gallo", papa de color rojo y un "puñito" de cabellos de elote (maíz) (V. también Anemia adiantifolia, Stachytarpheta jamaicensis).

Sólo en ciertas áreas de Campeche se utiliza un elemento de origen animal para tratar esta dolencia: se sancocha la pata de un grillo en un vaso de agua y se bebe después de enfriar. Ciertas preparaciones, como la que se hace con yumel, chaya silvestre, pepino kat (V. Parmentiera aculeata), carrizo y cabellos de elote, tienen la propiedad de "curar al enfermo, porque esta medicina rompe hasta la piedra en el riñón", afirman los terapeutas. Igual propiedad tiene el preparado hecho con raíz de xk´aan holy de tokaban, el cual "expulsa las piedras a los tres días de comenzada la toma"; los médicos tradicionales recomiendan beber este medicamento "con popote, ya que es tan fuerte que puede causar daño a los dientes, especialmente si estos están reventados".

Durante la cura se recomienda tomar líquido en abundancia y evitar el consumo de alimentos irritantes.

Todos los informantes reconocen la necesidad de tomar algunas medidas preventivas, sea para evitar contraer el "mal de orina", sea para impedir una recaída, si el sujeto ya lo ha padecido. Para el primer caso, los terapeutas generalmente recomiendan cualquiera de los siguientes procedimientos: tomar té de cebada perla o cebada de caballo, té de cabello de elote, limonada, naranjada o, por último, hacer una purga con aceite de ricino. Para evitar contraer nuevamente la afección, la mayoría de los informantes aconsejan al paciente repetir, durante un día, la cura que hizo al momento de padecer la enfermedad; se obtienen mejores resultados si se hace cada quince días, aunque algunos informantes consideran que basta con que se haga "de vez en cuando", para lograr la finalidad. Según palabras de los terapeutas, todas las medidas de prevención antes mencionadas tienen el propósito de impedir "que se acumule el sarro en la vejiga y forme piedras". Sólo los terapeutas que consideran que el "mal de orina" es una complicación del "latido umbilical" o tip´te tuch, proponen otro tipo de medidas preventivas, acordes con la causalidad de este último padecimiento; así, recomiendan evitar "alzar cosas pesadas" y "no brincar, porque se estira la barriga".

Cuando el enfermo no recibe tratamiento, la enfermedad se agrava y puede ocasionarle la muerte. Entre las complicaciones mencionadas con más frecuencia están: la aparición de "dolores insoportables", el paciente deja "de orinar" y de comer, "se le llena de aire el estómago" o "se seca y no puede caminar" por la pérdida de peso.

Los médicos tradicionales mayas refieren que la enfermedad afecta de preferencia a la población adulta -"por los años que lleva tomando agua sucia"-, aunque los niños también pueden padecerla; sin embargo, en ciertas zonas de la península se considera que las mujeres sufren el mal de orín con más frecuencia que los hombres, aunque en estos últimos la afección es mucho más grave, especialmente cuando el paciente es de edad avanzada. El mal de orina puede ser un padecimiento mortal porque "la piedra o arenilla hace que el paciente no pueda orinar; la vejiga se revienta por el dolor y la hinchazón, y por eso muere cuando no puede expulsar la piedra, o por no tratarse a tiempo". Aunque la mayor parte de los informantes afirma que este mal no tiene variaciones estacionales, los de Campeche señalan que reciben más enfermos durante la época de calor: hasta 10 casos semanales.