Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
La Medicina Tradicional de los Pueblos Indígenas de México
Pames (Xi´oi o Xiyoi).
[ ]  [ ]  [ ]  [
Descripción de demandas
]
Descripción de demandas

Bak´an ka´anam, estiqui´i o stikioe. Calentura, fiebre o temperatura

Aunque el término más común para designar esta afección es el de calentura, la población pame también la conoce como fiebre o temperatura; en todos los casos, se trata de la elevación de la temperatura corporal, estado que se origina principalmente como una complicación de otras afecciones tales como los resfríos, la tos, las gripes o cualquier otra enfermedad que provoque "calentamiento de cabeza y del cuerpo del paciente". Al decir que la calentura es una complicación de otra afección, los terapeutas están señalando que ésta se manifiesta después de algunos días de haberse declarado el padecimiento original. Sólo en ciertos casos, como el sarampión, la calentura es un síntoma de la enfermedad.

En la calentura, especialmente si ésta es muy alta, el enfermo presenta escalofríos e incluso "llega a delirar", afirman los terapeutas. El dolor de cuerpo y el sudor abundante son otras de las características de la fiebre. El curandero confirma el padecimiento palpando la frente del paciente.

Los tratamientos empleados por los terapeutas pames tienen la finalidad de hacer descender la temperatura, lo cual se consigue de dos maneras: haciendo sudar al enfermo, o aplicando cataplasmas de preparados de calidad "fría" en aquellas partes del cuerpo en donde se concentra el calor. Para propiciar la sudoración, se recomienda la administración de té de simonillo, especie de sabor amargo, que ayuda a quitar el "sobrecalentamiento" del cuerpo; se elabora hirviendo las ramas y las hojas durante cinco minutos, y después se endulza con una cucharada de azúcar; el paciente debe tomar medio pocillo, tres veces al día, con lo cual "se elimina lo caliente del cuerpo y el enfermo expulsa el mal con el sudor que le sale", aseguran los informantes. Otro preparado utilizado con los mismos fines es el cocimiento de achaca, también ingerido tres veces al día. Los terapeutas de Santa María Acapulco acostumbran recetar un té compuesto por trompetilla, tabardillo, poleo chico, retama y palo amarillo; se debe tomar una vaso a las siete de la mañana, otro a la una de la tarde y otro más a las siete de la noche.

Una forma de calentura de nombre fiebre blanca cursa con un intenso dolor de cuerpo. El tratamiento empleado en estos casos consiste en hervir el corazón de la biznaga con un poco de azúcar, y tomar de inmediato medio vaso de este jugo; si la temperatura no cede, se repite la dosis; por lo general, con tres tomas se logra el objetivo deseado.

La aplicación de emplastos es otra de las formas de hacer descender la fiebre. Entre los preparados utilizados encontramos una mezcla de rosas de Castilla tostadas, manteca limpia de cerdo, vinagre y aguardiente; la pomada así elaborada se calienta y después se aplica, untada, en todo el cuerpo del enfermo; enseguida se "arropa" muy bien a éste, para evitar los "aires fríos". Con este procedimiento la temperatura baja poco a poco; la curación se debe realizar por la noche, durante dos días. Algunos terapeutas emplean otra forma de emplasto: lavan hojas de higuerilla y las colocan en las sienes, la frente y las plantas de los pies del enfermo; a medida que las hojas se van secando, las van cambiando por otras, hasta que la temperatura se normaliza. Los curanderos que utilizan esta forma de tratamiento aseguran que, una vez que la calentura ha bajado, "es más fácil curar la enfermedad mayor", es decir, la dolencia que la ha provocado.

En cuanto la calentura desciende, el enfermo no debe bañarse en el curso de los siguientes tres días. De igual manera, se le recomienda no ingerir alimentos o bebidas frías, así como cubrirse bien para evitar recaídas.

Si el paciente no es atendido, su estado se agrava; la fiebre se intensifica y provoca trastornos que lo pueden llevar a la muerte. Por tal motivo, se recomienda que, a los primeros síntomas de calentura, el enfermo sea atendido por los especialistas indicados, para evitar cualquier complicación, y que después del tratamiento no ingiera nada frío y cubra bien su cuerpo para prevenir posibles contagios.

La calentura afecta a toda la población, sobre todo a la adulta, en cualquier época del año.