Designado popularmente por los seris como himúj ki´ikumka, el padecimiento llamado lombrices es una afección infantil caracterizada por la presencia de "lombrices chiquitas, color rosa, con ojos negros", las cuales pueden ser observadas directamente en los excrementos del enfermo, después de ser expulsadas por el tratamiento.
La causa más importante de la enfermedad está estrechamente relacionada con una carencia de higiene en la preparación de los alimentos, y con la actitud de los familiares hacia los menores, ya que a "los niños que no reciben cuidado de su familia, les pegan las lombrices", opinan los terapeutas.
Los síntomas que presenta el paciente son: "decaimiento, cansancio continuo, mucho sueño; tiene la boca y su excremento de color verde; llora mucho, la panza se le hincha y le duele; tiene comezón en la "cola" (ano) y atrás de las orejas; sus ojos están amarillentos y, si le dan vitaminas, no le hacen efecto".
La ingestión de un preparado de estopa de coco, cáscara de granada y canela, es la terapia más comúnmente empleada; los terapeutas afirman que con este medicamento se logra que el enfermo expulse las lombrices. Si el niño afectado no recibe tratamiento, "se le hincha toda la panza y después el cuerpo; no come, se debilita y muere".
Los informantes señalan que para evitar que los menores sufran el padecimiento se "debe cuidar muy bien a los niños"; ello implica reforzar las medidas de higiene, especialmente cuando se preparan los alimentos.