Esta dolencia compromete a los músculos del cuello, y puede ser causada tanto por la mala posición que ciertos sujetos adoptan durante el sueño, como por dormir sin almohada.
El dolor en toda la región del cuello, así como la dificultad para girarlo, son los síntomas más característicos de la enfermedad. El terapeuta diagnostica mediante el interrogatorio, la observación y la revisión de los "nervios" -músculos y tendones- del área dolorida, que no permiten su movimiento normal (V. verbena).La sobada constituye el procedimiento utilizado por todos los informantes para aliviar esta dolencia, y se debe aplicar en la zona del "nervio grande" del cuello -el músculo esternocleidomastoideo-, con movimientos que van desde atrás de la oreja en dirección a la base del cuello.