Nanaacaba siqui. Caída de la mollera
La caída de mollera -designada popularmente con la expresión nanaacaba siqui- es uno de los padecimientos más frecuentes de la población infantil tlapaneca, especialmente de los niños menores de un año. Tratándose de una enfermedad infantil, es la partera el especialista de la medicina tradicional cuyos servicios son solicitados para su atención.
Los terapeutas concuerdan en afirmar que la causa más frecuente que da origen a esta afección es de tipo mecánico. Ellos aseguran que "cuando el niño se cae o recibe un golpe en la cabeza, o cuando viajan y lo mueven mal, se le cae la mollera", es decir, se le sume la fontanela anterior.
El hundimiento de la mollera da origen casi de inmediato a una serie de síntomas; entre los más importantes, los informantes mencionan: vómito, el niño "se quiere ahogar cada rato y saca leche por la nariz", salivación abundante ("babeo"), llanto continuo y diarrea verde. El hecho de que el pequeño "se ahoga" al intentar tomar su leche se debe a la dificultad que presenta para deglutir los alimentos, fenómeno que según los terapeutas ocurre porque el hundimiento de la mollera acarrea la caída de la zona del paladar en donde se sitúa la "campanilla". Se diagnostica mediante interrogatorio de la madre del pequeño y observando la fontanela sumida.
El tratamiento adoptado para curar la enfermedad consta generalmente de tres procedimientos terapéuticos, todos de tipo mecánico, que se aplican en forma consecutiva. Su finalidad es la de levantar la mollera sumida, ya que según la lógica de la terapia, si la fontanela vuelve a su lugar de origen, los síntomas desaparecen. En el primero, el terapeuta introduce sus dedos índice y medio, previamente untados con tomate y aceite de oliva, en la boca del paciente, y procede a empujar el paladar caído para de este modo levantar la mollera. En el segundo, el curandero toma un poco de agua en su boca y "chupa la fontanela para subirla"; después toma al niño por los tobillos de modo que su cabeza quede colgando, y enseguida lo sacude tres veces. La terapia completa se debe hacer una vez al día durante tres días.
La caída de mollera es una enfermedad que evoluciona rápidamente, por lo que se hace necesario iniciar el tratamiento en cuanto se advierten los primeros síntomas; de lo contrario, el estado del paciente empeora, adelgaza y "se amaciza la mollera", es decir, se hace más difícil levantarla. Para prevenir la enfermedad, los terapeutas recomiendan evitar "sacudir los niños, no agarrarlos como quiera, cuidar que no se caigan y no sacarlos a viajes largos donde puedan moverse mucho".
Según los terapeutas tlapanecos, si bien la caída de mollera afecta preferentemente a los niños menores de un año, en ocasiones también puede atacar a las personas adultas.