Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Cempasúchil o flor de muerto
Tagetes erecta L. — Compositae


La imagen fué proporcionada por:
José Rangel Sánchez
Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Fototeca Nacho López
Sinonimia popular.

Flor de muerto; Cempoalxóchitl (náhuatl): flor de veinte pétalos; Cepazuchilt, cempasochil, cempoal, flor de cempoal, flor de cempoaxochitl, flor de difunto, flor de muerto chino, flor de niño, veinte flores; Distrito Federal: cempoalxochitl (náhuatl); Estado de México: tecacaya, zempoalxochitl; Guerrero: yita cua (mixteco); Michoacán: tiringuin- tztzuki; Nayarit: púua (cora); Oaxaca: pikna´a pojy, pikon´kpojy (huave), li mi ñe, zempazuchil; Puebla: calpuxham, kgalhpuxan (totonaco), chant (tepehua), cempaxochitl, copalxuitl (náhualtl); Tlaxcala: zempalzuchilt; Veracruz: kalpuxum, xempasochitl; Yucatán: ts´uul xpujuk, xpa´ajuk, xpayjul; San Luis Potosí: k´uchid huitz, santorum huitz (tenek).

Botánica y ecología.

Es una hierba anual de 60cm a 1m de altura, muy aromática al estrujarse, con o sin pelos y ramosa. Sus tallos presentan pequeñas ranuras. Las hojas con hendiduras casi hasta la nervadura central y sus bordes con dientes. Las cabezuelas son muy vistosas debido al color de sus flores amarillo fuerte a anaranjado.

Es originaria de México y habita en climas cálido, semicálido, seco y templado; desde los 8 a los 3900msnm. Adaptada a distintos hábitats, cultivada en huertos, crece en milpas o zonas urbanas, asociada a distintos tipos de vegetación como bosques tropicales caducifolio y subcaducifolio, matorral xerófilo y bosques espinoso, mesófilo de montaña, de encino, de pino y mixto de pino-encino.

Etnobotánica y antropología.

El cempasuchil es una especie medicinal muy empleada en distintas partes de la República Mexicana. Se recomienda principalmente en padecimientos digestivos y con mayor frecuencia para el dolor de estómago (Chiapas, Estado de México, Puebla, Tlaxcala, y Veracruz), siguiendo en orden de importancia el "empacho", la diarrea, los cólicos, "enfriamiento estomacal", afecciones hepáticas, bilis, vómitos, caída de cuajo", indigestión, baba de los niños, "pasmo de muelas", para hacer algunos lavados intestinales, contra los parásitos (V. lombrices) y como carminativo.

Otras enfermedades para las que se recurre de manera importante al empleo de esta hierba son: para las fiebres en Yucatán, Tabasco, Oaxaca y Veracruz; la tos en Tabasco y Guerrero; y para varias enfermedades culturales como "espanto", "mal aire" y "susto" en Puebla, y Oaxaca.

También es utilizada en enfermedades de tipo respiratorio, como catarro, gripa, bronquitis, "frialdad del pulmón" y mormado de los niños. Problemas ginecobstétricos como inflamación del vientre, frialdad en la menstruación, cólicos menstruales (V. dolor de regla), para mujeres embarazadas y baños postparto (V. baños para después del parto), para que baje la leche y como abortiva. En afecciones de la piel se usa para aliviar el salpullido, llagas, verrugas y granos amortajados. Así como en alteraciones nerviosas, para el insomnio, los nervios, y controlar los ataques epilépticos. Además se emplea en la diabetes, el reumatismo, cuando hay irritación, supuración de los ojos, en el dolor de oídos, para aliviar el dolor de cabeza, la frialdad, el cáncer, las fístulas (conducto anormal ulcerado y estrecho que se abre en la piel o en las membranas mucosas), hidropesía, como antiespasmódica y antipalúdica.

Para el tratamiento de las distintas enfermedades es muy común que se preparen las hojas con o sin la flor, ya sea en cocimiento, infusión, sahumerio o fritas para administrar oral o localmente (en baños, untada, como chiquiadores o en fomentos) e inhalada, siendo en algunos casos mezclada con otras plantas o materiales acompañantes.

Para aliviar el dolor de estómago, se puede combinar sus flores con hojas de hierbabuena (sp. n/r) en una decocción que se toma cuando se presenta el dolor. Para la bilis se hace un té con las flores y la cáscara o jugo de limón (sp. n/r) que se bebe en ayunas. Para el "cuajo" se aplica sobre el estomaguito del niño tequezquite, carbonato y manteca, cubriendo con una hoja de San Nicolás (Eupatorium chiapense), después de estos emplastos, lo acuestan y mantean (rodarlo sobre una superficie, cama, petate, suelo, de izquierda a derecha en forma de cruz, tres veces, cada tercer día), y lo soban en ayunas dando un masaje en el estómago en forma circular, hacia el ombligo, hasta que desaparezca la "bolita" con aire que causa el dolor, al final fajan al paciente. En algunas ocasiones, después de la manteada y la sobada se da de beber una infusión de plantas calientes, puede ser albahaca (Ocimum basilicum), aguacate oloroso (Persea americana) y flor de muerto.

Para calmar el dolor de cabeza causado por un "mal aire", se deben tibiar las hojitas de la flor de muerto, untadas previamente con aceite de oliva y colocarse en forma de chiquiadores en la cabeza (uno a cada lado de la sien). Para que baje la leche, se fríen bastantes hojas de la flor en aceite, cuando están tibias se aplican frotándolas en el pulmón, se recomienda también tomar agua de horchata de arroz (V. falta de leche).

Historia.

La referencia más antigua se encuentra en el Códice Florentino, del siglo XVI donde se señala como ceremonial y estética. En el mismo siglo, Francisco Hernández relata que "las flores mezcladas con miel, curan la debilidad de los ojos y aun las nubecillas y leucomas".

Francisco Ximenes, refiere que "provoca la orina, quita el dolor de barriga porque es aguda y de sutiles partes... también aprovecha para la tos y hace estornudar... atrae la flema".

A finales del siglo XVIII, Vicente Cervantes describe: "todas son discutientes, estimulantes, aperitivas y febrífugas".

A finales del siglo XIX, Eleuterio González menciona sus efectos estomáquico, febrífugo y antiespasmódico; "recomendada principalmente contra dolores y el tenesmo que acompañan a las disenterías". Francisco Flores por su parte, consigna como útil "para acelerar la cicatrización de las heridas, cuando las úlceras eran de carácter canceroso. Cura el mal de ojos, los orzuelos y las lagañas. Para la anasarca, como emetocártico y diurético. En las retenciones de orina, para provocar su expulsión. Para combatir la impotencia en forma de preparado, la amenorrea, como diaforético. Para hacer más corto el período del frío de las fiebres intermitentes, volver el flujo menstrual y como afrodisíaco".

Por último, Narciso Souza la refiere para Yucatán como una planta usada como remedio en las afecciones del bazo, estómago, hígado y como vermífuga.

Química.

Las hojas del cempasuchil contienen un aceite esencial en el que se han identificado los monoterpenos geraniol, limoneno, linalol y su acetato; mentol, ocimeno, beta-felandreno, dipenteno, alfa- y beta-pineno y tagetona y los flavonoides comferitrín, camferol y su ramnósido. Las flores y los pétalos son ricos en carotenoides de los que se han identificado la luteína, xantofila y cinco esteres de ambos componentes con ácidos grasos de 10,16 y 18 carbonos; los monoterpenos dipenteno y mentol así como piretrinas y el flavonoide quercetagetrina. En las flores y en las raíces se han detectado componentes azufrados de bitienilo y tertienilo.

Farmacología.

El aceite esencial obtenido de hojas y tallos del cempasuchil presenta actividad antibiótica contra las bacterias Pseudomona aeruginosa, Staphylococcus aureus, Bacillus cereus y Escherichia coli y los hongos Candida albicans, Candida utilis, varias especies de Aspergillus incluyendo el Aspergillus niger y Trichoderma viride.

El jugo obtenido de las hojas ejerció un efecto cronotrópico e inotrópico positivo en corazón aislado de rana. Del mismo modo un extracto etanólico de las hojas produjo una actividad estimulante de músculo liso en íleon y útero de cuyo y en yeyuno de conejo; y un extracto etanólico de las flores administrado por vía intravenosa, provocó una actividad colerética.

Principios activos.

Es el aceite esencial el responsable de la actividad antimicrobiana.

Toxicidad.

El extracto etanólico-acuoso de la planta completa, administrado por vía intraperitoneal en ratón, presentó una dosis letal media de 0.1g/kg de peso.

Comentarios.

Planta originaria de México de uso muy antiguo que coincide con sus aplicaciones actuales en padecimientos digestivos y respiratorios. En estos casos se espera una acción antibiótica de la planta, la cual ha sido confirmada experimentalmente para un amplio espectro de bacterias y hongos.

Herbarios.

CHAPA, CIB, CIIDIRO, CICY, EBUM, ENCB, FCME FMVZ, HUAT, IBFFA, IMSSM, IZTA, MEXU, NY UAG, UAS, UAMI, UJAT, XAL, YUC.

Literatura.

Botánica. Alejandre V. y cols. 1988; Antonio N. 1989; Avendaño S. 1990; Barragán J. y Gutiérrez M. A. 1990; Basurto F. 1982; Calatayud A. 1990; Castro A. 1988; Cervantes L. 1979; Chino S. y Jaques P. 1986; Cruz J. L. 1986; Del Amo S. 1979; Espadas M. y Zita G. 1982; Espinosa J. 1985; Esquivel G. 1982; Esquive! G. 1982; Flores M. 1990; García S. 1984; Ghislaine D., 1979; González J. 1981; Gutiérrez M. A. 1985; Gutiérrez M. A. 1989; Heinrich M. y Rimpler H. 1987; Hernández y J. 1988; Herrera R. 1986; Herrera M. y Gutiérrez M. 1989; Instituto de Ecología 1991; Linares E. y cols. 1988; Lipp F. J. 1971; López R. e Hinojosa A. 1988; López E. 1988; Lozoya X. y cols. 1982; Mena G. 1989; Morales G. y Toledo G. 1987; Ortíz G. 1987; Ortíz G. 1990; Pulido T. 1993; Rivera R. 1986; Ruíz T. 1986; Ruíz L. C. 1989; Sánchez V. y Gutiérrez M. 1988; Sentíes A. 1984; Soto J. 1985; Torres J. 1989; UADY 1990; Villamil C. y Avendaño S. 1990.

Ecología. Antonio N. 1989; Cabrera E. y cols. 1982; Calatayud A. 1990; Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán, 1991; Cervantes L 1979 Cruz J. L. 1986; Del Amo S. 1979; Esquive! E. 1989; Espinosa J. 1985; Flores J. 1990; García S. 1984; González J. 1981; Herrera n. 1986; Index Kewensis; Lipp J. op. cit.; Ruíz T. 1986; Rzedowski y Rzedowski G. 1985; Soto J. 1987; Zavaleta P. y cols. 1990.

Etnobotánica. Alejandre V. y cols. 1988; Antonio N. 1989; Barragán J. y Gutiérrez M. A. 1990; Basurto F. 1982; Castro A. 1988; Cervantes L. 1979; Chino S. y Jacques P. 1986; Espadas M. y Zita G. 1982; Espinosa J. 1985; Esquivel E. 1989; Evangelista V. y cols. 1991; Flores M. 1990, García S. 1984; Ghislaine M. 1979; Gispert M. y cols. 1991; González J. 1981; Gutiérrez M. A. 1989; Heinrich M. y Rimpler H. 1987; Herrera N 1986; Lipp F. J. 1971; López R. y Hinojosa A. 1988; López E. 1988; Lozoya X. y cols. 1982; Martínez I. 1981; Mena G. 1989; Ortíz G. 1987; Ortíz G. 1990; Rivera R. 1986; Ruíz T. y cols. 1984; Ruíz L. C. 1989, Sánchez V. y Gutiérrez M. A. 1989; Sentíes A. 1984; Soto J. 1987; Torres J. 1984; UADY 1990; Zavaleta P. y cols. 1990.

Historia. Cervantes V. 1889 (1790); Estrada E. 1989 (Códice Florentino 1548-1582); Flores F. 1982 (1886); Hernández F. 1959 (1571-1576 González E. 1977 (1888); Narciso S. 1942; Ximenes F. 1888 (1615).

Química. Baslas R. 1981; Baslas R. 1980; Campbell G 1982; El-Emary N. A. 1983; Gau W. 1983; Gómez N. 1978; Gregory G. 1986; Hogstadlb S. 1986; Kama! R. 1977; Philip T. 1967; Subramanian S. 1963.

Farmacología. Ahmed Q. 1980; Bose N. 1980;Garg S. 1983, 19 Petrovskii Y. 1946.

Principios activos. Garg S. 1983.

Toxicidad. Bhakuni O. y cols. 1969.