Con el nombre de mal de ojo, en la medicina tradicional cuicateca se conocen dos padecimientos, ambos de calidad "caliente". Uno, que afecta casi exclusivamente a la población infantil, y que según los terapeutas se produce "cuando una persona que viene de la calle o del monte, asoleado, le hace caricias al niño, y si la persona tiene fuerte la vista, con sólo verlo, lo enferma". Se trata de una dolencia producida por la mirada de ciertas personas que tienen "vista fuerte", de nacimiento, o que han adquirido esta propiedad momentáneamente, como las embarazadas o las personas que han estado en algún lugar de mucho calor, por ejemplo, al sol (V. mirada fuerte).
El segundo padecimiento conocido con este nombre es una dolencia de la población adulta, que consiste en una irritación de los ojos caracterizada por enrojecimiento, dolor y la formación de muchas lagañas (legañas o "chinguiñas"), a causa de las cuales el enfermo "no ve claro". Se produce por la exposición prolongada al calor y al humo, como cuando "queman el monte, o hacen lumbre para comer y no se cuidan"; también se puede originar por salir al aire frío después de haber estado en algún sitio caliente (V. mal de los ojos).
En el primer caso, los síntomas que presenta el pequeño aparecen al poco rato de haber ocurrido el suceso: el niño llora mucho y ya no quiere comer; a veces se "priva" y le da mucha calentura. En cualquier caso, el diagnóstico se hace consultando las cartas, o por medio de la adivinación.
Cuando el mal de ojo es un síndrome de filiación cultural, el tratamiento consiste en limpias con huevo o con hierbas. Al término del procedimiento, el terapeuta hace una cruz en la frente del niño, con el huevo o el ramo utilizado o, también, con la punta del rebozo de la madre, con su huarache, o con la camisita del niño. Si el mal de ojo fue provocado por la mirada de una mujer embarazada, ésta debe untarle su saliva detrás de las orejitas. Para prevenir esta enfermedad, es necesario ponerles a los niños ropitas o un listón de color rojo.
Cuando se trata de una afección de los ojos, el tratamiento recomendado para curar el mal de ojo consiste en colocar al enfermo una hoja de higuerilla blanca en la cabeza, amarrarla con un pañuelo, y enseguida hacer humo con copal de modo que le llegue a los ojos, durante un rato. Según los terapeutas, con esta terapia "se quitan el dolor y las lagañas". Otros especialistas aconsejan ponerse gotitas de siempreviva en los ojos, dos veces al día, o hacerse lavados con té de laurel, además de vaporizaciones con las mismas plantas. Para evitar contraer esta forma del mal de ojo, se recomienda no fumar, y aplicarse jugo de limón en los párpados, de vez en cuando.