Baajila, baginare o we oco watinare. Hinchazón. Kasil juina na meripopo o ronola bajina. Pies hinchados
Para los terapeutas tarahumaras, la hinchazón y los pies hinchados son dos afecciones consideradas poco peligrosas, no obstante, pueden convertirse en causa de muerte para aquellos enfermos que no se atienden. La frecuente falta de cuidado obedece por lo general a que la hinchazón se instala silenciosamente y no provoca otros malestares, como dolor por ejemplo, hasta que ésta ha adquirido un carácter preocupante.
La primera de ellas, la hinchazón, es una afección poco frecuente, conocida también con los siguientes términos: baajila, baginare y we oco watinare. Los curanderos, doctores y hierberos-soñadores, son los especialistas que atienden esta afección.
Las causas que la originan son de dos tipos: la primera causa se relaciona con acontecimientos de índole sobrenatural, que la colocarían dentro del grupo de los síndromes de filiación cultural: "cuando una persona se enferma de hinchado, es que los hechiceros le hicieron mal", afirman los terapeutas (V. brujería). La segunda causa comprende más bien hechos accidentales, fortuitos, tales como "caer en el agua", por ejemplo.
La característica más relevante de la enfermedad es la hinchazón generalizada en todo el cuerpo.
Para cualquiera de las causas, después de interrogar al paciente y de observar su aspecto, el terapeuta confirma el diagnóstico del siguiente modo: "sueña si la persona está siendo dañada o no".
El tratamiento consiste en la ingestión de un té, el cual se prepara con "palo de azahar, al que primero se le hacen hendiduras y después se hierve"; se administra frío.
Si el paciente no es atendido a tiempo "le gana la enfermedad y se muere", debido al aumento de la hinchazón. Según los informantes, este tipo de afección se presenta con más frecuencia en la población infantil.
Los "pies hinchados", al igual que las "piernas hinchadas", es el segundo tipo de hinchazón consignado por los terapeutas tarahumaras. Los pies hinchados, dolencia conocida popularmente con las expresiones de ronola bajinna y kasil juina na meripopo, es considerada una causa de mortalidad, aun si su importancia en la morbilidad general de la población es escasa; los terapeutas tradicionales que atienden este padecimiento son principalmente las parteras y los curanderos-sobadores. A diferencia del primer tipo de hinchazón, en este caso la inflamación se encuentra localizada, con más frecuencia en los pies o las piernas, circunstancia que da el nombre a la causa de demanda de atención.
Las causas que dan origen a la enfermedad pueden ser de varios tipos: fortuitas, como los golpes o accidentes; generalmente, a raíz del traumatismo causado por un golpe, la zona afectada se hincha. Un segundo tipo de causa guarda relación con problemas nutricionales, o de intoxicación por alcohol, como lo señalan los propios informantes: "comen mal o toman mucho fuerte"; la dolencia también puede surgir "por caminar mucho o por frío", así como por trabajar en exceso. El síntoma principal de la enfermedad está indicado en el nombre mismo: al paciente "se le hinchan los pies hasta odillas" además de la espalda, en donde sufre dolores muy fuertes; se cansa con facilidad al caminar y "no respira bien, tiene la cara hinchada y descolorida". Lo mismo ocurre cuando se padece de "piernas hinchadas". A veces la enfermedad va acompañada de "escalofríos, la persona no orina, le duelen los riñones y los tiene hinchados", lo que revela que se trata más bien de una afección renal-urinaria. La dureza y la inflamación de la región lumbar completan el cuadro clínico que presenta el paciente.
La observación de las zonas inflamadas, así como el interrogatorio del enfermo, son las formas más comunes de establecer el diagnóstico. A menudo el terapeuta también hace una revisión del paciente, palpando las zonas tumefactas para determinar el grado de dureza que presentan.
Los tratamientos recopilados son complejos, y todos tienen el propósito de bajar la hinchazón de la zona afectada, propiciando la eliminación, a través de la orina, del exceso de líquido retenido. En su mayor parte, consisten en la ingestión de preparados a base de plantas medicinales, entre las que destacan la barba de elote (pelos de elote, estilos de maíz), y la cola de caballo -planta del género Equisetum-, ambas con propiedades diuréticas, empleadas ampliamente en la medicina tradicional del país para padecimientos renales. Las terapias van acompañadas por sobadas, aplicadas en la región afectada y ejecutadas con la ayuda de una crema de venta en las tiendas, a la que se le añade cebolla, ajo y raíz de una planta de nombre novia, todas previamente molidas; después de sobar, las piernas del enfermo se cubren. En los casos de inflamación por golpes, el tratamiento consiste en la aplicación de parches, o trapos calientes embebidos con tepozán, los cuales se colocan sobre la región inflamada y se mantienen así durante la noche; la terapia debe quitar rápidamente el dolor. Durante la cura, los terapeutas recomiendan al paciente no mojarse hasta que se alivie completamente, no comer sal ni comidas grasosas, no tomar bebidas alcohólicas, así como evitar caminar en exceso y realizar trabajos pesados.
Las complicaciones de la hinchazón de los pies o de las piernas, por lo general derivan de un retardo en el inicio del tratamiento adecuado. Usualmente, comienzan con un aumento de los dolores, que abarcan una región cada vez más vasta del cuerpo, así como con la retención de líquidos; en casos extremos el paciente se muere porque, como señalan los informantes, "si la persona no se cura se le va subiendo lo hinchado por las piernas y le llega hasta la espalda y no puede caminar, ni orinar, ni pararse, ni comer, y como los dolores son muy fuertes, se muere". Los terapeutas afirman que, por esta afección, fallecen uno o dos enfermos al año.
Los informantes no proporcionaron consejos acerca de las formas de prevenir la enfermedad, que afecta "principalmente a los viejitos durante los meses de octubre".