Por el término de cuitapuríirriyá se conoce en la medicina tradicional huichola a una enfermedad caracterizada por crisis convulsivas. El nombre proviene de la palabra "cuitapuri" ("mayate", aztequismo derivado de mayatl, "escarabajo de bellos colores"), por considerarse que durante estas crisis el enfermo se mueve "como un mayate volteado boca arriba". Se trata de un padecimiento que puede afectar a cualquier persona, sin importar su edad (V. cuitapurírriyá, ataques).
Según los terapeutas, en los niños el mal se produce como consecuencia de que el padre o el abuelo no han cumplido con "el costumbre" hacia Nariwame -la diosa madre de las aguas y la deidad responsable de las crisis epilépticas-, quien se encuentra molesta por esta circunstancia. Se estima que en el periodo de un año el niño puede sufrir cuatro o cinco crisis convulsivas; si la enfermedad se ha manifestado en un lapso menor, la curación se realiza durante un ritual chamánico en el que el mara´akáme extrae, con la mano, un mayate de la cabeza del enfermo. El tratamiento debe ser complementado llevando una ofrenda a un lugar sagrado llamado Chinamekuta.