Aunque gran número de las enfermedades que afectan a los huicholes son producidas por las faltas a las costumbres, algunas de ellas poseen ciertos rasgos específicos que obligan a una exposición particularizada. Tal es el caso del irirriya, un auténtico síndrome de filiación cultural vinculado al culto a los muertos. Como en otras tradiciones americanas, la muerte definitiva es el final de un proceso que puede llevar varios años. En algunas culturas, el alma que ha estado en un periodo de espera -este suele ser el caso de los muertos en la primera infancia- regresa para encarnar en una nueva persona. Para los huicholes, la muerte definitiva ocurre cuando el alma que animó la vida se petrifica tras un periodo de cinco años, quedando materializada en un trozo de cristal de cuarzo llamado irikame o urukame. El rito de paso que los familiares están obligados a celebrar para lograr una relación armónica con el difunto, está asociado al número cinco: así, es a los cinco días y a los cinco años que se organiza este ritual. En caso de no hacerlo, alguno de los miembros de la familia es castigado por el antepasado con la enfermedad irirriya, en la que el síntoma más visible son las fiebres que se manifiestan al amanecer y que pueden conducirlo a la muerte.
Por tratarse de una enfermedad de esta naturaleza, para atenderla se requiere de la intervención del mara´akáme, quien interpreta los signos como una venganza del muerto, aunque puede ocurrir que se trate de una señal indicativa de que el enfermo también será mara´akáme en el futuro (V. iri cáme). Durante el transcurso de la enfermedad, el paciente puede sentir deseos de cazar o convivir con venados. Esto se debe a que el alma del muerto no ha cumplido su ciclo, no se ha cristalizado y, en consecuencia, no ha podido estar en compañía del dios venado (V. irirriya). Para lograrlo, el muerto utiliza; como vía a un familiar, quien deberá cumplir con la ceremonia para honrarlo, recibir una limpia con el muvieris del mara´akáme y ofrecer una flecha que simboliza la cristalización definitiva.