Márrarriyá o narrarriyá. Enfermedad del venado

En una medicina con tantas resonancias míticas como la huichola, naturalmente no podía estar ausente una enfermedad vinculada al venado. En la tradición de este pueblo, marra (el venado) es no sólo un componente clave de la fauna sino, sobre todo, una de las deidades ancestrales: el bisabuelo y el hermano mayor (el otro hermano, con el cual se confunde, es el viento). El venado guía al mara´akáme (bajo la advocación de Tamatsi Cauyumarie), entrega su sangre en sacrificio al peyote para que el cactos alucinógeno hable al hombre huichol y le recuerda su origen divino como primer animal de la creación.

Márrarriyá es una manifestación más de los poderes del animal y significa literalmente: "enfermedad del venado". Es por ello que las ceremonias curativas recrean su cacería mítica y deben realizarse durante las fiestas del peyote y del tambor. Si se tiene en cuenta este hecho -la curación estacional del padecimiento-, es evidente que nos encontramos en presencia de una enfermedad crónica, relacionada probablemente con la desnutrición y que afecta de preferencia a la población infantil.

En la enfermedad del venado -denominada así porque, según el pensamiento huichol, el alma del animal toma posesión del cuerpo del enfermo-, son evidentes la hinchazón del abdomen, el desgano, la extrema palidez y la pérdida de peso.

Una vez que el mara´akáme diagnostica la enfermedad, reúne una serie de elementos (el muvieris, dos ramas de uupari y de otros vegetales que el animal suele comer) y prepara una trampa que le permitirá atrapar a Tamatsi Cauyumarie. El ritual conducido por el mara´akáme escenifica una cacería y el desollamiento del animal. El terapeuta gesticula sobre el cuerpo del enfermo que yace acostado junto al fuego. En la mímica se asocia la extracción de la piel del venado con la extirpación de la enfermedad. La ceremonia suele durar dos días.