Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
La Medicina Tradicional de los Pueblos Indígenas de México
Totonacos.
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Descripción de demandas
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Descripción de demandas

Lakaineja wy kan. Reumas o reumatismo

La afección conocida con los sinónimos de reumatismo y reumas, es designada también con el vocablo en lengua totonaca de lakaineja wy kan. Es un padecimiento atendido sobre todo por parteras y curanderas. Se trata de una dolencia de calidad fría, que surge por exponerse reiteradamente a situaciones que afectan el equilibrio frío-calor. Este desequilibrio se produce, por ejemplo, cuando una persona que plancha y cocina, o trabaja con herramientas calientes como el herrero, o que suda mucho en su trabajo como el albañil, se moja con agua fría inmediatamente después de realizar estas actividades. Sus articulaciones resienten los enfriamientos bruscos y enferman de reumas; las rodillas son las partes del cuerpo afectadas con mayor frecuencia por la dolencia. Otra causa ajena al problema frío-calor, y menos común que la anterior, es la bilis, enfermedad que origina el "reuma bilioso".

El síntoma más importante de los reumas es el dolor agudo en las coyunturas afectadas, además de la inflamación; el enfermo cojea al caminar y siente una gran rigidez en los músculos de los dedos y piernas.

Para determinar la naturaleza de la afección, el terapeuta observa las áreas hinchadas y doloridas; en ciertas articulaciones como la de las rodillas muchas veces se presentan "unas como bolas" por la inflamación. En otros casos, el enfermo mismo indica al terapeuta la localización del malestar y el tipo de dolor ("dolor por dentro del hueso") que siente.

En vista de que el reumatismo es causado, la mayoría de la veces, por frialdad, las terapias para tratarlo están destinadas a calentar la región inflamada, para lo cual se practica un procedimiento de nombre caldear, que consiste en la aplicación de hierbas muy calientes sobre la zona adolorida. La curación se desarrolla de la manera siguiente: se hierven un puño de hojas de gordolobo, uno de hojas de naranjo, una mata de pericón, dos manojos de totomochtle (maíz) morado y una cucharada de sal, en una cubeta con agua; una vez que han hervido bastante, las hierbas se sacan de la cubeta y, así calientes, se aplican sobre la región dolorida por los reumas. Del mismo modo se puede caldear con hojas de calandria. Al final de cada sesión terapéutica se debe cubrir muy bien la zona tratada para que no se enfríe bruscamente. Cualquiera que sea la terapia elegida, se debe repetir hasta que desaparezca la inflamación.

Los reumas causados por bilis se curan mediante piquetes de jicote, especie se avispa grande de picadura muy dolorosa. Para ello, se consiguen tres o cuatro jicotes y se colocan sobre la parte afectada para que piquen (V. picadura de abeja). El tratamiento surte efecto cuando comienza a desinflamarse la región enferma. Después de la curación, se le aconseja al enfermo "que no se dé al aire", es decir, que no se exponga al aire.

Los reumas son un padecimiento que, de no ser atendido, avanza cada vez más, esto es, compromete a otras articulaciones; la intensidad de los malestares aumentan y los músculos de la región afectada se entumecen; el enfermo experimenta dificultad para sentarse o "enderezarse"; además, se le inflama el intestino, situación que agrava su estado.

Para evitar el reumatismo, los terapeutas totonacos aconsejan a sus pacientes evitar mojarse con agua fría cuando están sudando, o después de realizar algún trabajo que ha calentado mucho su cuerpo.